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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Nunca me gustó mandar tarjetas y saludos para las fiestas. Tengo mis razones, tuve una mala experiencia. Hace algunos años, creo que 4, mandé una tarjeta por correo y nunca llegó a destino. Mandé mi Visa Gold, no llegó y encima tuve que pagar un LCD que nunca disfruté. Todo mal.

Aparte eso de mandar emails me parece que no corresponde. Porque todos decimos lo mismo: feliz año, que empieces bien, etc. Más allá de la intención es una frase hecha. Y nadie manda mails diciendo "Está pesado el clima, ¿eh?" o "Hace mucho que no llueve, está insoportable". Entonces, si ya sabemos que hace calor. Si sabemos que deseamos felicidades, ¿para qué lo exteriorizamos? Protocolo, código común, qué se yo.

Y la Navidad tiene muchas cosas estacionales, que solo suceden en esta época del año. Los deseos, las tarjetas, los regalos empresarios, el arbolito, el pesebre, la sidra, el turrón y el vithel thoné. Ah y los huevos rellenos. Sí, re llenos de que todos los años sea igual. ¿Por qué nunca una navidad temática. Ponele, 2010 hacemos la navidad coreana. Estudiamos sus costumbres y festejamos a lo coreano. Digo para variar un poco.

Hay cosas que ya son costumbre y si no pasan no se si son las fiestas. Son requisitos como ser:
- Pan dulce con frutas feas que todos dejamos (pero nadie se anima a comprar solo con chocolate por miedo a ser tildado de infantil).
- Sidra, Ananá Fizz y hace algunos años el de fresas.
- Tío borracho desde temprano con la espalda transpirada.
- Ruido, mucho ruido en el lugar donde estés.
- Ensaladas olvidadas en la heladera.
- Más variedad de comida de lo que uno puede probar sin terminar hospitalizado.
- Promesas para el año venidero que caducarán para mediados de febrero. Por ejemplo: aprender a tocar un instrumento, bajar de peso y llevarse mejor con la suegra.

Igual lo más loco de la Navidad es que cuando sos chico toda la ansiedad pasa por los regalos. Cuando crecés por que sean las doce y brindar. Pero siempre disfrutamos esa ansiedad. Como terminaste de comer tarde tenés que cortar el turrón a lo bruto, mientras masticás el matambre relleno le das con el Tramontina al turrón duro. Y jurás que el año siguiente vas a comprar del blando que se corta más fácil. ¡Vamos que son las doce! ¡Son las doce! ¡Llamá al 113 para ver si son! Y siempre alguno llama. O prende la tele. ¿Y si son qué? ¿Qué pasa si brindás a las 0.01 horas? ¿Se ofende papanuel? ¿Dura 1 minuto acaso la navidad? Y ahí sí, empiezan los fuegos, pim shuuuuuuuuuuuuuuuuu zazazaa taratá.

Ya pasaron las doce, ya mandaste mensajes a todos los que querías saludar y no están ahí, abrazaste a los que no querías abrazar y estás pensando a qué hora no queda mal irte. Y cuando te vas pensás, menos mal que es una vez por año, el año que viene hago otra cosa.

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