Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 30 de junio de 2010

Pronóstico de cuartos

Como mucha gente, estoy pendiente de lo que pase en Sudáfrica. Y como estos días no hay partidos quise parar la pelota y analizar un poquito lo que viene. Y dar mi pronóstico, por supuesto. Que es tan de confiar como Bonadeo y la Tota Santillán encerrados 5 horas con un pote de cartón de dulce de leche Chimbote. De 5 kilos.

España vs. Paraguay: no voy a ser realista, ¡vamos Paraguay! Se sabe que España tiene la pelota pero Paraguay juega muy bien a defenderse. Va a ser un gran partido. Fue un alivio para Arnaldo André no jugar contra Holanda. Él no habría sabido por quién hinchar pues nació guaraní pero tiene piel naranja.

Brasil vs. Holanda: a pesar de tener una deliciosa golosina homónima las naranjas son amargas. Gana Brasil, por algo tiene una avenida con su nombre. Holanda no tiene calle, mucho menos pasaje. A pesar de que Robben, creo que pierden. Sí, ya se que es el chiste más fácil pero ¡traten de hacer uno con Snjeider! Los de la AFIP quieren que gane Holanda porque tienen Kuyt.

Uruguay vs. Ghana: por ser vecinos voy a alentar a Uruguay. Igual que nosotros no son materialistas, son gente desprendida del dinero, casi que les causa gracia. Yo me río de la plata. Además de tener pasta, pasteras y jugar con el mate, tienen un jugador de barrio muy bravo, Lugano.

Del otro no opino, por cábala.

lunes, 28 de junio de 2010

(Br)Uno sobre el Universo

Argentina ganaba cómoda 2 a 0 frente a Corea del Sur cuando me di cuenta de que no tenía puesta mi camiseta cabulera. Me reí solo de lo mágico de mi pensamiento y resolví que ya soy lo suficientemente racional como para creer que tengo el poder de influir en un partido de fútbol jugado a quién sabe cuántos kilómetros de distancia. Bastaron unos 5 minutos y el gol coreano para que mi falsa convicción se tambaleara como una gelatina Royal. Unos minutos después un tiro pasó cerca del palo de Romero y me convenció de que si me ponía la camiseta no le hacía mal a nadie. Argentina metió dos goles más.

Contra México no lo dudé. Desde el comienzo tenía la camiseta. El travesaño me dio la razón de que había actuado bien. Pero cuando la pelota se metía después de la volea de pique al suelo ya no supe qué hacer más que tirar los viejos conocidos cuernitos. Como de la nada apareció Heinze y salvó en la línea. Creo que los cuernitos han sido largamente subestimados.

Ahora ya no se qué creer. El tema de las cábalas es que terminás mareado sin saber cuál seguir y cuál no. Si innovar o no. ¿Cómo decido que algo que hice por primera vez trajo suerte? Digo, ¿se convierte en cábala porque me doy cuenta de que hice algo sin pensar o fue conciente? Necesito urgentemente determinar esto para saber si además de tener el poder de cambiar el resultado de un partido de fútbol (o varios ya) tengo el poder de crear esas acciones que influyen.

Esto es clave, imaginen si yo pudiera tener esa cualidad. Sería como una fábrica de buenaventura. La gente me podría pedir que haga ciertas cosas para que suceda lo que ellos quieren. Ahí vendría la competencia, porque seguro que muchos de ustedes tienen sus propias cábalas (aunque dudo que tan efectivas como las mías). Y con la competencia aparecerían los charlatanes y chantas que no tienen ni experiencia ni resultados comprobables como yo, a las pruebas me remito.

Así que ya saben, cuando necesiten una mano del destino a su favor, me avisan que yo lo chamuyo para que los ayude. Y si no me sale siempre queda rezar.

sábado, 12 de junio de 2010

Los 15 minutos

Solo faltan 15 minutos para que Argentina debute en el mundial de Sudáfrica. Estoy nervioso. Salto, camino. Voy al baño. Me siento, me paro y me siento otra vez. Me siento bien. O no, qué se yo. Estoy nervioso, muy nervioso. Ya no se qué comer. Arrasé con un alfajor y una banana. Tomé mate. Miré goles del 86 y del 90 y escuché las canciones. Hasta la de Ricky Martin, lo confieso. Escribo esto para no comer. Suerte que no fumo.

Ya no se qué hacer para que pase el tiempo. Pero ahora estoy un poco más tranquilo. No quiero que nadie me llame, ni me toquen el timbre. ¿Inauguro cábalas? En el 86 era muy chico y no recuerdo qué hice. La gran siete. Y ahora van a la tanda. ¡Dale, quiero ver partido! Vamos, vamos, que empieceeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

Corto acá porque faltan 10. Justo diez. ¿Será una señal? Ojalá. ¡Vamos Argentina!

jueves, 10 de junio de 2010

Los anagramas nos condenan

 Al ya conocido anagrama que nos duele sobre sobre argentinos e ignorantes quisiera sumar otro. Lo siento pero tampoco es muy agradable el descubrimento telúrico que hice hace un rato nomás. Es más, a lo mejor sea antecesor del otro. Pero basta de preámbulos, a los bifes. O al asado. Bueno, para el lado del campo iba.


¿Quiénes nos representan ante el mundo como figura típica del floklore? Los gauchos. ¿Cuál es el anagrama posible? Guachos. ¿Qué es un guacho? En realidad es un huérfano de madre pero nosotros en estas tierras lo aplicamos para referirnos a una persona que no es buena. "Fulanito es medio guacho, tenés cuidado". O bien para hablar de alguna persona, "es un lindo guacho". Para ablandar una actitud: "No seas guacho". 

Pero el diccionario me deasnó. También puede usarse para referirse a una planta que crece sin ser sembrada. Algo indeseado digamos. O como podríamos decir nosotros para una planta indeseada: un yuyo. Y no hablo de Amalia González.

Así que si el resto del mundo nos identifica con los gauchos podríamos pensar que que nos ven como algo que crece sin haber sido sembrado. Un yuyo. ¿Lindo no? Hay que verle el lado positivo. Yerba mala nunca muere.

O también podríamos ser huérfanos de madre. Y justo nos meten en la cabeza desde chicos que España es la madre patria. ¿Madre patria? Las madres ayudan a sus hijos a crecer y ser mejores. Y España no tenía esa intención. A lo sumo podríamos decir que es nuestra madrastra de historias de Disney. Después de unos años nos independizamos de la madrastra patria y vivimos solos. Bah, con muchos hermanos alrededor. 

Tenemos uno al que consideramos más chico pero que en un montón de aspectos es más maduro. Tenemos otro con el que está todo mal y otro no tan cercano porque parece que no hablamos el mismo idioma. Con ese competimos. O creíamos eso durante años. Ahora vemos que son bastante más grandes que nosotros. Y de nosotros, de nosotros siempre pensamos lo mejor. Y lo peor. Somos un poco extremistas. Medio melodramáticos. Casi adolescentes. A veces ignorantes, a veces guachos y siempre, siempre, muy argentinos. ¡Nosotros, argentinos!

miércoles, 2 de junio de 2010

La cueva del tiempo

Aunque uno podría pensar que no es así, creo que los inodoros dicen mucho sobre la personalidad de las personas que los poseen. No solamente porque son sus usuarios frecuentes, sino porque también hablan de lo que esa persona ofrece a su círculo más íntimo para su momento más íntimo.

Es decir, uno no le presta el baño a cualquier persona que recién conoce. A un desconocido que pasó por la calle. Para que usen nuestro baño primero tuvieron que haber entrado a casa, lógico. ¿Y qué se puede encontrar esta persona digna de tamaño acto de confianza? Para empezar y a grandes rasgos 3 opciones que voy a ordenar jerárquicamente según mi gusto personal: plástico, madera y madera laqueada/pintada.

¿Qué decir de las tablas plásticas además de que son incómodas porque se desinflan cuando las usás? Son frías también, como las otras, pero además son "no amigables". De la madera se puede decir que es noble. Trabaja y hace ruido. En cambio el plástico está desprestigiado. Es un material descartable, de paso. Si yo voy a un baño que me ofrece una tabla plástica no puedo evitar la pregunta ¿mi culo no vale al menos una tabla de madera?

La madera la puse en el segundo lugar porque si bien es mejor que el plástico me hace pensar que estoy en un barco. En realidad en un velero. No creo haber estado en el baño de uno, pero me imagino que eso de madera es el estilo velero. Marinerito. Algunos pensarán que es elegante, pero yo lo veo un tanto rústico. Ni te cuento si no está lijada y barnizada.

La madera laqueada es la más común por suerte. Un poco menos pretenciosa que la de madera sola. Tal vez haya otros materiales pero no recuerdo. ¿Acero quizás? Ahora están de moda las mesadas así que podría ser.

Definitivamente no me gustan las fundas con pelitos. Mucho menos las rosas y peor si hacen juego con la alfombrita. Y con las pantuflas. Se me hace que estás en otra década, como si la gente que posee ese baño tuviera en él un revistero con Humor y Satiricón. Aparte le ponen la funda con pelitos haciendo juego a todo. A la escobilla, al vasito del cepitllo de dientes y al duchador. Sí, tienen duchador. Tienen muchas cosas esos baños. Y espejo con botiquín empotrado en la pared. Uy, y hasta funda para el cosito que sostiene el papel higiénico. Esos inodoros suelen no tener mochila, son depósitos de pared. Y en general se les rompió el flotante así que para hacer el desagote o "tirar de la cadena" hay que meter la mano en la pared. Ah, suelen estar rotos desde hace 20 años. Son baños quedados en el tiempo. Las cuevas del tiempo de las casas.