Ni idea dónde voy pero seguime

jueves, 28 de enero de 2010

Nombres y personalidades

Se me ocurrió una idea medio tirada de los pelos. Me encanta pensar estas cosas. ¿Cómo influye el nombre de las personas en su carácter y personalidad?

Hay nombres que son fuertes, como de líderes. En general, presumo con total impunidad, nombres de reyes: Carlos, Federico, Felipe. Nombres que entre los demás están asociados a la autoridad.

Hay personas que son ubicadas en la vida a partir de un nombre. Imaginate si tus viejos te pusieron María Marta y hoy tenés 25 años. ¿No te pasa que a veces llamás a algún lugar y tenés que preguntar por una persona y te imaginás su edad por el nombre? Por ejemplo, si vas a un médico por primera vez y se llama Guillermo o Raúl está todo bien. Ahora, ¿qué pasa si se llama Bautista o Nailén? Yo me imagino a alguien de 7 u 8 años máximo.

Anacleto. Es es ser cruel. Herminia. Podés ser re copada, tener toda la onda pero si te llamás Herminia y tenés menos de 50 años seguro tenés un apodo. Es como los sitios web que tienen una "Vanity URL" para hacerlos más fáciles de recordar. Mirta es complicado si tenés menos de 40.

Lo que pasa con lo de los apodos por nombres feos o fuera de tiempo es que capaz que nunca sabés el real. Entonces capaz que un día te llaman al laburo y te dicen "Hola, podría hablar con Bruno, habla Eudoro"... silencio... pienso, ¿Eudoro? esa voz la conozco... Ahhhhhh, ¡el gordo! ¿Qué hacés gordo? Raro ¿no? le conocés el nombre enmascarado nada más.

A mi me pasó, una tía mía se llamaba Chuchi. "Le decían chuchi" me van a decir algunos. Sí pero no, se llamaba así porque todos la conocían así. El nombre de su Libreta Cívica (con esto te cuento la edad) era otro pero si vos le decías a cualquiera hablá con Ana no iban a saber quién era.

En algunos países hay gente que tiene apellidos por nombre (Ruthsbel en vez de Roosevelt) y hasta barcos. Sí, hay gente que se llama Usnavy.

Galanes #3 - El remero

Uno de los más frecuentes entre la fauna de los galanes. Su mejor cualidad es la perseverancia. Sabe que ser constante es la clave para ganar. Si fuera corredor, sería maratonista. Se pone un ritmo y va, va, va hasta que llega a la meta.

Me dijo un amigo que al remador lo mueve una fe ciega y lo acompaña una esperanza abrumadora (abruma a los demás). Es un optimista. Tanto que a veces se vuelve pesado porque no logra entender que tal vez no es no.

Aún cuando sabe que ganó, va a seguir remando un ratito más. Le gusta que todo le cueste. Si va al súper, elige la cola más larga. Si va a Mar del Plata no toma la 2, va por la más larga. Su lema podría ser "no pain no gain".

Cada tanto gana fácil y no entiende porqué. Se desorienta porque no tuvo que sacar los remos. Pero lo disfruta igual. Siempre tiene un amigo loser y alguno winner. Pero sabe cuidar su rol en el grupo.

En general no es tan feo. Rema porque es como ve la vida y no porque lo necesite tanto. Su pasión es el esfuerzo. Y el combustible que alimenta sus éxitos es el mérito. Si tuviéramos que definirlo como un animal sería un salmón, o un buey, así nadie piensa que es un pescado. Aunque lo de pescado mal no le va porque de los galanes es el que tiene más agallas.

El remero no para hasta que llega a la otra orilla. Pocas cosas lo desalientan y muchas veces son sus propios amigos los que deben informarle que ya no hay nada más que hacer. Cuando se entrega a la derrota, y no es a menudo, guarda los remos y se acuesta panza arriba en su bote como un esquimal enviado en su último viaje.

El auténtico laburante no tiene sindicato, paradoja de la vida.

Las huellas

La vida, dicen, es un camino. Más bien empieza con uno y con el correr del tiempo podés elegir diferentes senderos, todos parte del mismo camino que habrás recorrido cuando llegues al final. Es casi una cinta como la de los aeropuertos, empujada por el tiempo y hay quienes tienen la sensación de estar parados siempre en el mismo lugar y que el camino los lleva. Como en cualquier camino que emprendas, lo recorrés dando pasos. A veces lentos, a veces con desconfianza y a veces rápido. Demasiado rápido.

Te puede pasar que cuando tengas que elegir vayas por uno y te quedes pensando qué hubiera pasado si tomabas el otro, o alguno de los otros. Y cuando eso sucede generalmente no prestás atención al que vas recorriendo. Como si tu atención se quedara con la duda e imaginaras el que no tomaste. También ocurre que recorras uno de los senderos muy muy rápido y no veas aquello que vas pasando. Y cuando ese sendero se termina y vienen nuevos, quisieras haberte quedado un poquito más en él.

Y como es un sendero y hay pasos, también hay huellas. Las hay propias y ajenas. A veces recorremos un sendero con personas que ya no nos acompañan en otros. Algunos nos acompañan durante varios senderos y otros desde el comienzo mismo hasta el final. Todos son para nosotros compañeros de viaje. Incluso puede pasar que vayamos por el mismo sendero pero a distinto ritmo, otra vez la idea del timing, y decidamos seguir por distintos senderos, a veces sin volver a mirar atrás.

Los compañeros de viaje, o aquellos con quienes hemos compartido estos senderos que conforman el gran camino que es la vida dejan huellas. Quedan sus pisadas cerquita de las nuestras en los senderos que recorrimos juntos. Algunas son fuertes, se hunden profundo y con el tiempo el sol las secará y quedarán ahí. Otras son más superficiales pero también quedan. Algunas pisadas van en círculos alrededor de las nuestras. Las hay siempre delante de las nuestras y también siempre detrás. De frente, al costado y en sentidos opuestos.

Y también hay personas que van como en el aire. Casi no pisan. O caminarán por asfalto, no se. Lo que sí se, es que a mi me gusta la gente que se embarra pero deja su huella en mi camino.

miércoles, 27 de enero de 2010

Galanes #2 - El winner

Es el opuesto exacto y diametral del loser. Si el loser fuera el ocaso, él es el amanecer. Todo le sale bien y es gracias a él.

Simpático, entrador y piropeador. Es capaz de tirarle 3 ó 4 adjetivos a una mina en una sola frase. Sus preferidos son los más remanidos: linda, hermosa, bonita, etcétera. A veces también apela al bombón. Y tanto dulce la verdad que empalaga...

Se la cree. Sabe que levanta con eso. Por ahí no es tan fachero pero no importa. Lo que cuenta es la actitud. Aunque no sea Brad Pitt se comporta como tal. Y debe andar con cuidado porque si se cae desde la cima de su ego se rompe la crisma. Y no se si el carisma.

El winner no tuvo novias. No se enamoró nunca, siempre se enamoran de él y él no tiene la culpa. Se le enamoran y no puede evitarlo, aunque él no quiera que pase para no lastimarlas. Habla mucho de él y todo el tiempo tiene que comentar lo que le pasó en relación a un tema.

Cuando era chico no jugaba al balero, prefería el yo-yo. La vieja es re importante y hasta lo puede ayudar a levantar. No le gusta mucho remar, pero si hace falta se arremanga. No mucho, tampoco es cuestión de andar rogando, ¿no?

El winner siempre parece más chico de lo que es. A los 30 parece de 20. A los 40 de 30. A los 50 de 40 y a los 60 un ridículo. Usa lentes de sol aunque sea de noche y trata de estar bronceado la mayor parte de su vida.

Encara donde sea y no deja pasar una. No importa si tiene al novio al lado, se escuda en su languidez (ser langa????) para tirar flores. Y ojo que no les tira margaritas a los chanchos, es más bien selectivo.

Suele rodearse de losers para destacarse. Y si alguna vez no le toca ganar, se pone mal. Es egoísta y sufre por el éxito de los demás. Se mide todo el tiempo, todo el tiempo. Compara y se pone celoso si no es el centro de atención. Cuando se cruza con una mina que lo ignora se obstina e intenta más que de costumbre, aunque se rompa la cabeza contra la pared.

Jamás cambia su estrategia. No se baja del caballo. El winner es winner y morirá winner. Si una no le da bola es histérica, frígida o ella se lo pierde.

Este último tiempo, por mirar tenis, me pregunté el porqué del nombre y entendí. En el tenis el winner es el golpe que no tiene devolución por parte del otro jugador. Y muchas veces los winners pasan de largo sin que les devuelvan nada. Y se van derechito al vestuario sin mirar para atrás ni preguntarse porqué.

jueves, 21 de enero de 2010

Galanes #1 - El loser

Nunca pasa inadvertido. Este modelo de galán logra, al menos, no quedar en las sombras. Su presencia es divertida para algunos y odiosa para otros tantos. Sin embargo, gracias a su bajo perfil, bajísimo, logra la simpatía de varios.

Con las mujeres no necesariamente es un perdedor, más bien lo contrario. Pero jamás lo dará a conocer. Si alguna vez reconoce una conquista habrá siempre un atenuante que le permita mantener su imagen de perdedor. Cuando la chica no sea absorbente será fea. Cuando no sea fea tendrá manías extrañas como masticar cáscara de melón, tomar sol envuelta en celofán o tener ataques de pánico cuando escucha la palabra palmito.

Él nunca demostrará tener el control de la situación y será el pobre tipo al que la mina lo acosa. Aunque no sea así y le encante tenerla al pie. Pero al pie las tienen los winners, y esa es otra variedad de galán.

El loser no encara en el boliche. Salvo que sea certero el rebote. Después, lo comenta con sus amigos. Busca el éxito en el fracaso. Si hay una reunión con gente conocida, puede volverse el centro de atención, pero siempre para recibir los embates y las burlas que alimentan su ego oculto bajo la careta de desgracias que lo azotan. Él aguanta, sabe que lo peor siempre está por venir.

A veces ha tenido una novia, no más de dos, que le hizo la vida difícil. Y revuelve cada tanto el estofado para que no quede olvidado. Sus anécdotas son graciosas porque él es la víctima. Es bueno, su personaje es bueno, pero es tan humano como todos. Y además, hay que reconocerlo, le pasan cosas increíbles. Bien de loser.

La mala suerte es muy importante en su personaje. Lo ayuda a mantener su imagen pública bien abajo. Lo importante no es lo que pase sino cómo aprovecharlo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Vacaciones según profesiones

El título lo explica bien. Al grano:
Comisarios en Punta Cana. Gente muy muy flaca en Villa La Angostura. Los materialistas en Mar del Plata y los más gorditos en Las Toninas. Alguien me dijo que los médicos van a Dolores. Supongo que los curas irán a San Pedro pero más de uno se habrá mandado para Punta del Diablo.

¿Y los veterinarios? Viboratá, Las Gaviotas y hasta Tortuguitas. Los nostálgicos van a Miramar. En especial si llueve. Los músicos a cualquier lugar donde haya sol, y las modelos siempre siguen a Passarella.

Los militares eligen La Paz. Los periodistas van a cualquier parte donde puedan copetear. Los arquitectos suelen visitar ruinas y los mecánicos van a Las Marianas porque les encanta la fosa. Igual algunos van a Cruz del eje.

Los odontólogos van playas con poca gente, les gusta jugar a la paleta y hacer comentarios incisivos. Los peluqueros van a Los Cocos y los humoristas a Alta Gracia. Las maestras jardineras, cansadas de los chicos, van a Sierra de los Padres. Los estancieros a Mar de las Pampas y los filósofos a Sofía.

Los chefs a Mar de Ajó o a Canelones. Los otorrinos visitan las cataratas del Iguazú para ver la Garganta del Diablo y los ginecólogos van al Sur, a las Grutas. Los perfumistas van a Colonia a encontrar su esencia. Y los astronautas al Valle de la Luna o a cualquier ciudad satélite.

martes, 19 de enero de 2010

Timing

Estar en el momento adecuado en el lugar indicado. ¿Indicado por quién? Yo no tengo GPS y para colmo soy pésimo ubicándome. Me desoriento tan fácilmente que soy capaz de perderme cuando salgo del baño de casa. Una vez estaba en Palermo, dando la vuelta al lago, y como me parecía que no llegaba a dar la vuelta completa en la mitad decidí volver.

A veces podés escuchar "no es el mejor momento". ¿Para quién? Ojo, puede que el que te lo dice hable desde él/ella. El mejor momento, o me parece que alcanza con que sea el momento a secas, es el que elijas. Ejemplo: quiero ir a Europa. El Euro está carísimo. Bueno, pero si tengo ganas ahora y puedo, es el momento (que yo elijo). Dentro de 4 años a lo mejor no estoy, no camino, no puedo o ya no tengo ganas de ir. Ahora sí.

A veces las personas tenemos tiempos distintos. Hombres y mujeres, hombres y hombres y mujeres y mujeres. Porque no se trata solo de parejas sino de amigos y familiares. No sé, escuchar "si hubiera conocido a Fulanito dentro de 3 años a lo mejor me casaba con él" me parece ridículo. Uno porque no pasó y dos porque cómo podés pensar qué vas a pensar o sentir al conocer en un futuro, a alguien que ya conociste pero no querés para ese momento. Muy complicado, ¿no?

Hay que volver a la infancia. Al Don Pirulero, cada cual atiende su juego. Si tú tienes muchas ganas de... y no hay oposición, no te quedes con las ganas de... Y si coincidís con alguien verán qué pasa.

Es más, "tengo mis tiempos" es mentira. No tenemos tiempos ni tenemos tiempo. En tal caso el tiempo nos tiene a nosotros porque va a seguir acá cuando ya no estemos. Así que mejor aprovechate. No aproveches el tiempo, aprovechate a vos mismo mientras puedas y quieras. Y ojo, que no siempre hacer más es la clave. A veces es mejor poco, intenso y disfrutado que mucho rápido y por encima.

Las ganas que tengas, en el momento en que aparezcan son una buena brújula para orientarnos hacia dónde ir.

viernes, 15 de enero de 2010

Cómo distinguir a un fotógrafo

A muchos de nosotros nos gusta sacar fotos. A otros les gusta salir en ellas; no es mi caso. Pero me gusta pensar huevadas y todavía puedo porque no tengo colesterol alto.

- Un fotógrafo ya no puede ser gordo. Si tiene rollos está desactualizado. Hoy es todo digital.
- Para un fotógrafo es muy difícil poder disfrutar de una velada. En general eso les arrunia el trabajo.
- Cuando les duele la garganta seguro que tienen placas. Buenas placas.
- Suelen respirar muy bien porque saben controlar el diafragma.
- Cuando algo les preocupa y no pueden dormir están insomnes, nunca desvelados.
- De chicos amaban jugar al cuarto oscuro.
- Nunca dicen "es un flash" si les gusta algo.
- No guiñan el ojo.
- Si se pincha la rueda de la bici nunca la cambian, le ponen cámara.
- Hacen todo rápido, la vida es instantánea.
- Siempre llevan algo de dinero en sus pockets.
- Si algo no les sale bien se frustran, como todos, pero ellos te dicen "no me sale, aunque yo re trato".
- De chicos siempre tenían más álbumes que figuritas.
- Compran en Makro.
- Si tienen un problema miran lo negativo.
- Rara vez les gusta alguna movida.
- No usan anteojos sino lentes.
- Les encanta estar expuestos.

Hasta el siguiente post.

jueves, 7 de enero de 2010

No me nombres

Se me ocurrió que hay palabras que podrían servir para nombrar otras cosas. Por ejemplo, si tuviera una santería y por una crisis de fe tuviera que cambiar de rubro creo que apuntaría al mercado más oriental. O sea, me orientaría al este y a aquél.

La energía está de moda así que trataría de que sea un negocio con filosofía oriental (de algún escritor uruguayo por ejemplo) y vendería todo zen. El nombre es genial: Almazen. O también, en esta época propicia para hacer actividades sociales after oficina podría poner un bar. Tengo pila de nombres para mi bar, acá una lista de los pe/mejores. Uds. juzguen:

- Bar Quito (para Ecuador y si es en el puerto mejor)
- Bar Rilete (ideal para políticos cometeros)
- Bar Mitzvá (para entrar tenés que ser mayor de 12 - lo ideal sería ponerlo en la avenida Estado de Israel)
- Bar Anda (el puerto de Mar del Plata podría andar)
- Bar Ishnikov (después de las 11 corremos las mesas y a bailar. Hay ballet parking obvio).
- Bar Beta (pasamos videos de ZZ Top y Juan Luis Guerra)

miércoles, 6 de enero de 2010

Ídolos de chocolate

Ayer pensaba en la cantidad de ídolos populares argentinos y argentinizados que han muerto en este último tiempo. Supongo que siempre ha pasado que la gente muera, incluso los famosos o célebres, pero hay algo que me preocupa un poco. Si bien la trascendencia de una persona por este mundo solo puede medirse de atrás para adelante, o sea, hacia el final de sus vidas y carreras, no parece haber sucesores de nivel parecido. Digo, a nivel logros artísticos o profesionales no se comparan. Ni hablar de integridad y valores.

Me pegó mucho la muerte de Guinzburg. Un tipo muy inteligente, para mi de los mejores humoristas que vi y sin dudas con más chispa que una fogata de scouts. Se murió Peña, polémico, no del todo de mi simpatía por su ideología pero sin duda un talentosísimo. Un diferente.

Murió Mercedes Sosa. Una mujer cantante que triunfó por su voz y no por su cuerpo escultural o sus escándalos en TV. Una mina que tuvo que exiliarse por cantar verdades a oídos sordos y necios. Una artista.

Murió Alfonsín. Un político, profesión denostada si las hay, que sin embargo y a pesar de su pacto de Olivos logró un gran reconocimiento y cariño entre la gente y que tuvo más aciertos que errores. Hace ya algunos años se murió Favaloro, él mismo, con un tiro en el corazón. Admirado por sus logros y aportes a la medicina.

Y ahora Sandro. Te guste o no, una figura reconocida en toda América latina. Un tipo bastante centrado que se hizo cargo de su enfermedad y trató de dejar algo a quienes sufren la misma adicción que él.

Honestamente no recuerdo si a cada uno de ellos la gente los seguía o los quería por eso. Pero estoy seguro de que no se los admiraba por lo mismo que a Fort. A ellos se los quería por su talento o su aporte a la sociedad. Por hacer reír, llorar, vivir o bailar. No por tener plata.

Después no entendemos que los pibes salgan a robar y matar porque sí. ¿Será por la droga? La droga tiene la culpa muchas veces, pero ¿y por qué será la droga? ¿Será que es difícil resignarse a ser nadie (y pobre)? ¿O que entre el esfuerzo honesto y la guita fácil se elige esta última porque todo es ya, ahora y mañana no se sabe?

Si los valores de una sociedad dejaron de ser la educación, la integridad, el esfuerzo para progresar... ¿No será que nos creímos eso de que lo importante es la plata y que la salud y el amor van y vienen? Achís.

lunes, 4 de enero de 2010

La orilla es distinta desde el otro lado del río

Esta frase de mi autoría data de hace aproximadamente un año y creo que contiene tanta verdad que es una buena idea explicarla. Si alguna vez estuviste en Cataratas habrás tenido la oportunidad de verlas desde el lado argentino y desde el brasileño. Y son las mismas, o no. Porque ahí te explican que si te parás desde el otro lado el paisaje es diferente.

La Cordillera de los Andes es otro caso. No tuve la suerte de estar del otro lado pero por lo menos entre los países hay grandes diferencias a un lado y al otro. O el Río de la Plata. Montevideo y Buenos Aires son muy distintos, y los separa apenas un río. Como dije, la orilla es distinta al otro lado del río.

¿Qué pasa con la gente? A veces lo mismo. No somos iguales de frente que de espaldas. En mi caso tengo mucha más frente que espalda. Cada vez más. ¿Y tu casa? ¿La viste desde enfrente alguna vez? Es la misma pero no es. ¿Por qué? Porque cambia el punto de vista. Estar en otro lugar y mirar lo mismo te da otra perspectiva. Ves otras cosas, otros detalles. Muchas veces algunos defectos que antes no existían, aunque ahí estuvieran.

Y algo similar nos pasa con la gente. Parados desde otro lado vemos otras cosas. Y cuando cada uno está parado en una orilla diferente, ¡el río es tan distinto! Y en el medio hay agua nomás.

Crucemos de vez en cuando, está bueno ver el lugar donde estamos parados desde afuera, parece otro.