Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 21 de agosto de 2013

Locura pasajera

Yo venía de La Plata e iba para Almagro. La ida hacia La Plata había sido larga pero la vuelta por suerte fue rápida. Bajé del micro y entré en la boca del subte de inmediato. Bajé los escalones mientras pensaba algo, no recuerdo qué y me paré en el andén a esperar el subte.

La puerta del vagón me quedó cerca pero había mucha gente y me fui al siguiente. Entré y me saqué la mochila que pesaba lo suficiente como para hacerlo. Atrás mío sonó la chicharra. Una mujer se me paró al lado y me hizo un comentario. Creí que era solo eso, pero no. Enseguida noté que necesitaba algo más. Que la escucharan.

En vez de hacerme el distraído como los otros, le presté atención. Me contó que había tenido un problema con la tarjeta de cartón porque no se la tomaba la máquina. Que quiso ir al baño y no había. Que pidió el libro de quejas y tampoco tenían. Que le cambiaron la tarjeta, que se enojó. Que nos tratan como ganado, que a nadie le importa lo importante porque están ocupados en otra cosa. Y es así.

Me dijo que tenía una pensión por invalidez por algún tema psiquiátrico entonces le daban una tarjeta por 6 meses pero que no duraba el tiempo necesario por ser de cartón. Y eso la brotaba. Cada vez. Y yo me pregunté si eso no es una forma de violencia y discriminación. No sé, si tenés una persona que se angustia y se pone mal por eso, ¿no se puede hacerle una tarjeta más resistente? Ella no quería la SUBE porque dice que así nos controlan. Creía que nos quieren exterminar y reemplazarnos por robots. No sé si está tan equivocada. Me habló de la comida artificial, de las semillas patentadas, de las abejas robots, de la obsesión por el dinero. Del reemplazo de las personas por máquinas. A lo mejor le preocupaba saber si una máquina la iba a poder ayudar cuando su tarjeta deje de funcionar dentro de 3 meses.

¿Y si tiene razón? Peor, tal vez ni siquiera reemplacen a los humanos con máquinas. Creo que algunos ya empezaron a convertirse en robots que solamente hacen lo que está programado, informan lo que hacen, no improvisan, no rompen, no saltean. Comen por hábito y cosas que no hacen ellos mismos ni saben de dónde vienen o qué contienen. ¿Y si nos estamos sistematizando para trabajar más tiempo?

Le comenté que yo también leí sobre las abejas robot. Y antes de bajarme la saludé y me preguntó "¿de verdad leíste sobre eso en alguna parte? Nunca nadie me contestó sobre el tema". -Claro que lo leí- le dije, además de porque era cierto para que no se sintiera una loca que inventa cosas creyendo que así le hacía un bien. Ahora no estoy tan seguro de quién le hizo bien a quién.

viernes, 2 de agosto de 2013