Ni idea dónde voy pero seguime

domingo, 31 de octubre de 2010

Negros, chinos y putas

Hoy estoy un poco filosófico y me pregunto: ¿qué pasa cuando generalizamos? ¿Por qué tendemos a pensar que 1 caso es la norma? A veces está bueno pensar un poco y analizar lo que decimos para ver si realmente es lo que pensamos.

Situación 1: robo por parte de alguien tipificado como villero (por vestimenta, tez, etc.).
Comentario esperable: hay que matar a los negros. Hay que matarlos a todos. Pasar una topadora por la villa y que se mueran todos.
Razonamiento: por 1 que roba y vive en un lugar, hay que exterminar a todos los que viven ahí. Y sí, alguno honesto y trabajador como yo moriría, pero bueno. Si el chorro era de Jamaica, los jamaiquinos son todos chorros.

Aplique esta misma lógica al terrorismo islámico y la justificación del "daño colateral". O para el antisemitismo -los judíos son tacaños- o cualquiera de las formas de discriminación.

Situación 2: fui al chino y compré un paquete de pan. Estaba mohoso y Huang Carlos no me quiso cambiar el pan al día siguiente cuando fui a reclamar.
Comentario posible: los chinos son todos ladrones. Apagan las heladeras. Hay que ir y poner una bomba en China para que no sigan invadiéndonos y robándonos la plata vendiendo pan vencido.
Razonamiento: odio a todos los chinos (aunque conozca a 1 solo que resultó ser un garca).

Situación 3: Josecito tuvo 1 novia que se calentó con otro y le puso los cuernos.
Comentario posbile: las minas son todas trolas. Son todas putas.
Razonamiento: TODAS las mujeres son como la novia de Josecito y de antemano hay que cagarlas porque tarde o temprano te van a cagar ellas a vos. Si no cogés, te cogen.

Situación 4: al lector le pareció una boludez mi post.
Comentario posible: este pibe me quiere hacer pensar cosas que no quiero pensar. Mejor pongo a Tinelli.
Conclusión: si este post es el primero que leíste y no te gustó, ¿lo demás es una cagada o vas a leer otros antes de sacar tu conclusión?

Llamemos a esto la lógica de los 3 mosqueteros: todos para 1 y 1 para todos.

viernes, 22 de octubre de 2010

3 reyes y un bebé

¿Qué pasaría si la historia que nos contaron no fuera tan así? El día en que nació Jesús, mejor dicho varios días después, los 3 reyes magos fueron a verlo. Aquél 5 de enero del año 1 algo pasó dentro de la morada donde estaba el niño Jesús.

Al salir los 3 de ella, el bebé ya no respiraba. María puso el grito en el cielo. José no, porque como era cornudo medio que no lo quería al pibe. Todos le cantaban "y que no me digan el venado" y se cagaba a trompadas con cualquiera porque nadie se creía eso de la sagrada concepción. La gente de Belén inmediatamente puso un abogado para investigar lo sucedido. Dicen que sí fue el señor quien embarazó a María, pero el señor que gobernaba la provincia.

Los sospechosos del asesinato eran 3 reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar. El que tenía las de perder era el negro, aunque los otros tampoco se la llevaban de arriba uno por ser judío y el otro turco. Ninguno tenía antecedentes penales por homicidio pero como andaban con camellos y ovejas todos comentaban que les gustaba la zoofilia y no porque les gustaran los gatos de Cocodrilo precisamente. Y lo de la magia parece que no era tan así. Según contó un viajante que vendía pergaminos y telas, el mito de que eran magos surgió porque los 3 pícaros le dijeron a una muchacha "nosotros podemos hacerte el amor sin quitarte la virginidad". La muchacha, curiosa, dijo que sí. No pudo andar a caballo por una semana.

Claro que nadie quería que se supiera que había terminado tan tempranamente la vida del mesías, entonces pusieron un bebé sustituto. El flaco creció creyendo que María era su madre y José su padre del corazón. Le decían Bambi porque era hijo de un venado. Parece que era hijo del carpintero del pueblo, un pibe de buena madera pero un poco putañero. Se casó con una loca de ahí, Magdalena, y como le cagó el adelanto de una alacena al gobernador, lo clavaron a un poste. Antes se lo clavó una legión romana completa. Como ven muchos hechos se han tergiversado con el tiempo pero cómo saber qué es verdad y qué es mentira. Murió, es cierto, pero no volvió de entre los muertos sino que tenía un hermano mellizo. No había DNI ni huella dactilar para comprobar que era otro. Su hermano vivió rodeado de minitas y era una celebridad. Pero no todo fue fiesta y diversión, él tenía su costado oscuro también. Una poderosa addicción al Matzá hizo que engordase 140 kilos en 3 años y 15 días. Dejaron de decirle "Hijo de Dios" y pasaron a llamarlo "bolita de árbol de navidad". Se cansó, se rapó y se fue a vivir a China donde se convirtió en monje.

A los reyes magos los mandaron al destierro. Melchor puso un parripollo en Irán y se fundió. Se tiró al río con una piedra al cuello y murió. Pero no llegó a ahogarse, el boludo se desnucó cuando tomaba envión para tirar la piedra y se le resbaló de las manos. Gaspar en cambio se dedicó a la tecnología. Fundó una empresa dedicada a encontrar camellos robados con palomas mensajeras. El tipo metía miguitas de pan saborizado en la joroba de los animales y después seguía a las palomas para encontrarlos. Recuperó varios y le fue bien. Lo mataron por hacer una broma pesada; parece que le gustaba mucho jorobar a los demás.

De Baltasar no se supo más. Literalmente desapareció y quedó como principal sospechoso y prófugo por el asesinato de Jesús. Sin embargo, unos 2000 años después de la muerte del bebé, encontraron el pequeño manto en el que lo habían sepultado. Se creyó que era un milagro porque lo que encontraron fue un cuerpo casi en perfecto estado. 

Era un Yoly-Bell. Parece que María no estaba en sus cabales e inventó toda la historia para poder vivir toda su vida sin laburar y aparte tener un hijo y no quedarse sola. Pidió el subsidio particular (no calificaba para el universal por tener un hijo dios) y zafó.

¿Cómo llegó el Yoly-Bell ahí? Ah esa es otra historia.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La verdad de la mina chilena: sospechoso cool

Estimados lectores. Además de los descargos presentados por Jennisima y Alma de budín, tengo acá, en exclusiva, a quien para mí es el principal sospechoso por el caso de la mina chilena.


No, no hablo de Bolocco que ha dejado de ser la mina chilena más conocida sino de la de San José. Hay un señor, cuyo verdadero nombre prefiero proteger, que me acercó el texto que les presento a continuación. Por obvias razones he editado el mismo, retirándole los "cachai", "güevón" y demás expresiones propias del país vecino.


El principal sospechoso para mí:
Mi nombre es Valerio Azafranzón y tengo 57 años. Soy el director para Chile de Oakley, la fábrica de gafas especiales que utilizaron los 33 mineros para salir a la superficie. Sé que se han difundido noticias falsas sobre mi responsabilidad en el suceso nefasto que mantuvo cautivos a los mineros durante 70 días bajo la tierra y quiero desmentirlas. Deseo que todo esto quede bajo tierra lo antes posible y recuerden que nada es verdad o mentira, todo es del color del cristal con que se mira. ¿Y qué mejor que gafas Oakley para ver todo sin encandilarte?

¿Por qué es el sospechoso para mi? Porque fue todo una movida para que la gente use lentes de sol en Chile. Hasta los topos quieren usarlos. Ni hablar de los topus. Toda esa parafernalia mediática tipo Gran Hermano pero con la heroicidad de los uruguayos es al menos sospechable. Además, hay que vender anteojos como sea. Billiken y Genios le pasaron el trapito al amigo Anteojito.

Este hombre va a poder nadar en billetes con el provecho que le va a sacar al punch televisivo del caso. Siendo así y antes de que quede patilludo (qué coincidencia con Bolocco) le propongo un par de ideas para vender sus gafas.
- "Ideales para salir de minas" (o de trolas también porque nadie te reconoce)
- "Llégale a la cueva con tus Oakley"
- "Hasta la vista Windows"
- "Si funcionan en una mina imagínate en el subterráneo" (eso me hace refelxionar ¿por qué la gente anda con lentes de sol adentro del subte?). Lo entiendo si llevás bastón blanco y pedís pero si no...

Así la cosa, este muchacho aparece sospechado de haber cometido un verdadero acto de marketing de guerrilla -subterránea- para posicionar su producto allá arriba, como a 700 m del refugio. Es más, se dice que habría utilizado jabón de glicerina para fabricar nitroglicerina y que contó con el soporte de Mc Gyver. Esto fue desmentido por el mismísimo Mc Gyver quien adujo que la ayuda la recibió de parte de los políticos shilenos que como tales, al igual que los nuestros, son expertos en tirar tierra a otros. Condorito hubiera dicho ¡plop!

¿Será él el culpable? ¿O serán los acusados de Jennisima y Budin?
Leer La VerdaT de la minanesa II
Leer La verdad de la mina - Fueron las minitas

Vote, vote que todavía es gratis.

La verdad de la mina II

¡Exclusivo! Faltan menos de 3 horas para conocer la verdad sobre la mina de Chile y el "accidente".

¡Y como 335 días para la primavera!

lunes, 18 de octubre de 2010

La verdad de la mina

Lo de los 33 mineros no fue un accidente. Celosos de perder su número tradicional en manos de los trasandinos, numerosos orientales pero sin Artigas han acercádome una teoría conspirativa sobre los sucesos que son de público conocimiento. 

La mina fue detonada. No, no hablo de la secretaria de tu jefe que ayer salió y hoy llegó recontra detonada al laburo y está con más pintura encima que la Capilla Sixtina. Hablo de que alguien dinamitó la mina.

Hay 3 sospechosos y cada uno tiene su verdad para decir. Muy pronto la exclusiva de uno de ellos aquí, en Pensamientos y malvones. Las otras dos declaraciones serán dadas a los blogs amigos de Jennsima y Alma de budín.

¡No se pierda la denuncia del año!

jueves, 14 de octubre de 2010

Branding y numerología

Durante buena parte de mi infancia los autos en la Argentina tuvieron números como nombre. Se trataba de una información, apenas el modelo que pertencía a la gran marca. Pero poco a poco las automotrices decidieron convertir a cada uno de sus modelos en una marca propia, y los números quedaron atrás.

Fiat por caso, dejó de lado sus 147, 133, 600, 128 y demás por los Regatta, Super Europa, Duna y los más modernos Palio, Punto y Línea. Inclusive el 147 pasó a llamarse Vivace. Además de Fiat, tal vez el caso más extremo fue el de Renault. Pasamos del 4, 5, 6, 9, 11, 18, 21, 20, 25 y 30, al Symbol, Express, Kangoo, Clio, Laguna, Koleos, Sandero, Scenic y Megane. Alfa Romeo, la más romántica de las marcas, también deja de lado los números. También Mercedes.

¿Qué habrá hecho que los números dejaran de ser una alternativa interesante como nombre de un auto? Será que no quieren que te sientas un número salvo que vayas al casino y pongas un pleno en la ruleta.

En realidad avanzó el marketing con su branding. Es la era del present continuous porque todo lo que tiene ing tiene éxito, incluyendo el brain storming. Ahora hablamos así por influencia del inglés. Ya no decimos "nos vamos mañana a las 5" sino "nos estaMOS YENDO mañana a las 5". Bueno, está mal dicho (consulte su "sicario Equus africanus asinus"). Pero no me quiero poner académico porque soy hincha del rojo.

Ahora todo tiene nombre porque un nombre es marca. Por el contrario, algunas casa de empandas han optado por numerarlas para facilitar el reconocimiento. Es cierto, es fácil identificarlas y hacer menos repulgues, pero es muy confuso pedir cantidades de un número. Ejemplo:
- Hola, te quería pedir 3 empanadas 4
- Dale, ¿3 ó 4 querés?
- 4 empanadas 3
- O sea que serían 3 número 4...
- No, al revés quiero cantidad: 3 identidad 4. 
- Ah ok, entonces son 3 empanadas de jamón y queso.
- Eso mismo, ahora nos entendemos.

Bueno, me ha pasado con internet. A veces cuando un sitio está caído te tira error y número. 404 por ejemplo. Para mi eso era un Peugeot. A lo sumo un colectivo pero un problema de servidores jamás. No sé dónde terminará esto, pero me preocupa que el 60 pase a llamarse Tiger-Constitution Bus.

Hasta la mensajería es así. Piensen, antes teníamos el ICQ con un número. Ahora tenés Twitter o Facebook con la posibilidad de ponerte nombres. Me comentaron que la policía va por el mismo camino, en vez de tener un 467 ahora informan un #natalianatalia.

Pronto las tácticas en el fútbol van a dejar de ser 4-4-2 o 4-3-3 para ser @tacamospoco, travesañing (acción de colgarse del mismo) o simplemente attackless.

Las personas parecemos productos. Tenemos apodos, #, twitters, facebooks, producción, followers y hasta recomendaciones de otros en redes sociales. Dentro de poco van a venir los eslogans o PNTs en lo que decimos: "Me llamo Julia, tengo 35, estoy soltera y me gustaba usar jeans nevados Jordache. Kesbun, volvió lo mejor de los 80".

Me acuerdo cuando empecé la UBA y todos me decían "acá sos un número" para intimidarme. No sé ustedes, pero yo fui un número desde que nací. Tengo DNI, CUIT, CUIL, n° de obra social, n° de trámite, de socio de Blockbuster, de celular y hasta de hijo: fue el primero. 

Con tantos números ya no sé a qué jugarle en la quiniela. Y encima cuando sueño con algo resulta que tiene un número. No me dejan en paz. Ahora me persiguen hasta en el colectivo. Está lleno de gente que juega al Sudoku. American Express dice que no sos un número para ellos pero te escriben tu nombre con numeritos de colores. Igual tenés tu número de socio premier y te dan un número de teléfono para llamar. ¿Cómo se llama? Hay que marcar, porque ni el teléfono a disco nos quedó. Ahora tienen teclas y hay que marcar. Y con el tema de las salideras yo me pongo paranoico. No quiero marcar ni en un partido de fútbol.

Estoy agobiado por tanta clave y contraseña. Parece que fuéramos espías con tanta contraseña y nombre de usuario. No soy Bruno, soy algún "user name" y tengo un montón de perfiles. No me quiero imaginar cómo está Julio Iglesias que solo se banca uno.

A lo mejor dentro de un tiempo vamos a poder elegir el nombre de las casas y de las chapas de los autos. En vez de numeración ponerles un nombre propio. Ejemplo el #micasita de la calle 66 en La Plata. Uno de estos días vas a encontrar un bebé que se llame 74 porque nació después de un 69 que terminó de manera extraña. Me imagino a la tía gritando "Cheeeee, 74 se hizo encima, vení a cambiarl@" (claro ni puta idea del sexo con un número). Pero bueno, supongo que se llamen como se llamen, seguirán haciendo lo que hacen los bebés: lo primero o lo segundo.

martes, 12 de octubre de 2010

Actitud light

Sí, ya sé que es un chiste trillado la gordita que toma gaseosa light y se come la vida pero hay algo más profundo en eso: su actitud ante la vida. Puede ser divertido pensar que te clavaste 6 facturas y un lemon pie y lo bajás con Ser o un café con leche con edulcorante pero hay algo que no es contradictorio en eso. La persona que elige "cuidarse" cuando se está atragantando con grasas, cremas, mantecas e hidratos de carbono, en realidad tiene lo que podríamos llamar culpa. Creo que hay un poquito más que culpa: se cumplió la cuota de comer o de zarparse.

Salvando las distancias, es una actitud mental similar a la que se puede experimentar cuando compramos algo que nos resulta un esfuerzo económico importante y acto seguido tenemos una actitud conservadora, pijotera, tacaña o simplemente rata. Ejemplo: te comprás un LCD de 42" taca taca (también llamado cash -aunque no tiene nada que ver con Johnny-) y en vez de tomarte un taxi o remis, garroneás un auto para ahorrarte $20. ¿Por qué? Bueno porque sentís que ya gastaste suficiente. Ok, 20 en 4000 es re poco, pero es como que "ya gastaste" y no querés ir más allá todavía.

Otro ejemplo viene de la niñez. ¿Nunca les pasó que les decían al meterse al mar no te vayas más de "acá" (señalaban la altura del pecho hasta donde podías meterte en el agua)? No sé ustedes, pero yo iba siempre un poquito más hasta que pensaba bueno ya me zarpé lo suficiente, vuelvo a lo permitido. Es lo mismo que el Fantoche triple que te clavaste ayer, fue el permitido de la semana.

Se ve que hay un restito de racionalidad por algún rincón del cráneo que molesta con su mensaje de "listo, suficiente" en vez de decirnos "ya te fuiste al cuerno, seguí, total...". No todos tenemos esa vocecita. Es la diferencia entre algunos y otros. Son 3 patys (de más) de diferencia, ponele. O los 4 tequilas cuando ya te estabas por desmayar.

En realidad algo dentro nuestro modera el exceso. Es una especie de guardia de bardeo. Como los autos que vienen limitados electrónicamente a cierta velocidad. Si lo limitaste a 230 ¿qué bien estás haciendo? ¿Qué diferencia puede haber en 25 km/h. Boludo o lo limitás a 140 o dejalo que se haga mierda a 250, si es lo mismo que a 230.

Mi teoría entonces es que tenemos cuotas o dosis para excedernos y cuando sentimos que nos hemos excedido suficiente volvemos al umbral de lo permitido. Algunos pensarán que es la culpa pero yo creo que es una actitud light ante el exceso.

Con el humor negro también pasa. Hay gente que no tiene humor negro. Hay otros que lo bancamos hasta cierto punto que nos parece "apropiado" y hay otros que no tiene ese límite. Su pensamiento es que como ya te pasaste de la línea, andate al carajo que es lo mismo. Con ese criterio esta gente podría terminar en coma por comer (vaya coincidencia) u hospitalizada por desubicada.
Así la cosa, creo que merece la pena pensar que la actitud light no es liviana, sino al contrario. Así que dejen en paz a las gorditas que comen torta con Coca light y mírense el ombligo. Que no entender a los demás no quiere decir que estén equivocados.

jueves, 7 de octubre de 2010

La sala desespera

Ir al médico puede ser una actividad muy productiva para quien se divierte observando conductas ajenas como yo. Cierto es que tiene un poco de jugar al antropólogo o al sociólogo, pero sin la formación y con la certera intención de reírse de lo que vemos en otros y censuramos en propios.

Hay una mujer que quiere que la vean. Se para, se sienta. Abre la cartera y saca el celular. Habla en voz alta. Habla con Florencia. Mentira, grita con Florencia. ¿Quién es Florencia? Ni la más puta idea, pero todos sabemos que habla con ella. Está todo bien. Sí, tranquila. Bueno... Dale, listo. Ok. Sí, pero... claro, tal cual. Ajá. Chau. Chau.-

¿Qué clase de conversación fue esa? Florencia debe ser su amiga imaginaria. Uy, está mirando con quién hablar, es una asesina de la intimidad. Me va a hablar... Por suerte tengo un libro que me protege. Yo siento que cuando tengo un libro abierto la gente no me va a hablar, me siento invisible. Algo parecido les pasa a los hombres que manejan y se quieren sacar un moco en los semáforos. Bueno, se ve muchachos. Vuelvo al libro (que tampoco nos hace invisibles; cedan el asiento che).

La mina ve lo que está leyendo otra. Mira la tapa de la revista y yo pienso "cagué". No. Le interesó más la revista que mi libro de cubierta bordó. ¿Qué leés? le pregunta. Yo pienso "qué carajo te importa" (así de ameno soy). La invadida le responde algo sobre tal tema. La cara de la invasora se transforma. Ah, yo soy experta en eso porque me dediqué a...

No exagero si les digo que fueron 3 minutos y medio de monólogo o soliloquio por parte de la mujer que antes había hablado con Florencia.Y cuando la que leía mete un bocadillo, le saca otro tema y en cada uno es la súper experta. Da cátedra. Literalmente, porque enseña en la facultad, dice. A cada cosa que cuenta le pone un ¿me entendés?, ¿me seguís? o un te explico. Le cuenta que se olvidó una carpeta en el trabajo y que sus subordinados le tienen miedo porque ella es la mejor y la más eficiente de la oficina. Mucha eficiencia pero te olvidaste la carpeta, gila.

La pobre mujer ya no sabe qué hacer. Cada tanto me mira para ver si tengo piedad de su alma y grito "fuego", pero no me animo. De refilón veo que que ya no la escucha. Mira para abajo abatida. Creo que se va a desmayar. O se está por quedar dormida, no estoy seguro. A lo mejor es como la máquina de la película de Superman, la computadora esa que robotizaba a la gente.

Y justo cuando creo que le va a decir "callate un segundo por el amor de Simon & Garfunkel", la llaman al consultorio y puedo ver en sus ojos un destello de gratitud hacia la médica solo comparable a la de una princesa cuando es rescatada de la torre del castillo por su príncipe. Creo que si no la llamaban fingía epilepsia. Pero zafó.

La otra, la que no para de hablar, empieza a revolear los ojos y hace un barrido visual de la sala. Discúlpenme la honestidad prejuicial, pero la gente que revolea mucho los ojos y deja la cabeza quieta me inquieta. Sí, creo que chapean o chapitean, como les guste decirlo. Salvo que tengas tortícolis, obvio.

Siento que su mirada me pasa sobre un hombro, sube por mi cuello, bordea la cabeza y empieza a bajar por el otro lado del cuello. Me acaricia como la hoja de una navaja, sin llegar a cortarme. Se me pone la piel de gallina, se me erizan los pelitos de la nuca. Una pequeña gotita de sudor resbala por mi sien. Empiezo a pensar formas de zafar. "Soy invisible, soy invisible. Tengo cara de amargo. No tengo cara de argento, me hago pasar por extranjero. Le contesto en inglés. Mejor en alemán. Digo que soy croata y no hablo spanol". Es poco creíble porque estoy tomando mate. Me parece que mejor me paro y salgo corriendo.

Me llaman a mí. No puedo creerlo. Me tienen que volver a llamar porque quedé pasmado por el alivio. Me paro y camino lentamente hacia el pasillo. Había una mínima esperanza de salvarme y me salvé. Y justo cuando estoy yendo hacia ahí, entra un pibe con una cara de bueno terrible. Miré sobre mi hombro y vi, les juro que lo vi, como la mina esta se frotaba las manos. 
¡Qué hija de puta!

martes, 5 de octubre de 2010

Para Elisa



Gracias por tocar el piano y hacernos helado casero. Y por dejar que te demos vuelta la casa los treinta y pico de nietos que tenías. Muchas muchas gracias por dejarnos saltar en los sillones. Creo que en ningún otro lado pude hacerlo. Por no enojarte cuando te robábamos la pascualina que era para la noche incluso teniendo medialunas y tortas para merendar.

Por todos los domingos a la tarde que pasamos juntos y me contaste anécdotas de mis tíos, de mi viejo y de mi abuelo. Incluso las que no querían que se supieran. Gracias por pintarme almohadones y mantelitos; siempre admiré que no te importara tener 80 y pico para empezar a hacer algo. Nunca es tarde.

Gracias a vos descubrí que se puede ser viejo y no ser cascarrabias; y que es divertido reírse de uno mismo. Hubiera pagado lo que no tengo por verte cagar a carterazos al barra de Atlanta que te quiso robar. Escucharía otra vez los poemas que tu papá había escrito y vos recitabas en italiano. Tu viaje a Europa en avión a hélice. Millones de historias. ¡Qué vida tuviste!

Cuanta razón tenía Vicente la vez que te arrastró para cruzar Av. Maipú a mitad de cuadra, en rojo, y como tenías miedo te dijo: "Ay, Chila, Chila ¡qué aferrada a la vida que estás!". Y lo bien que hiciste.

viernes, 1 de octubre de 2010

Gordo de alma

Será por la genética o por casualidad, pero no soy gordo. Sin embargo, bien podría serlo a raíz de mis paladar. O bueno, alma de gordo como dicen. A partir de eso quise elaborar un completísimo listadito para que mis amables lectores puedan evaluar su gorditud almística. O sea, saber si son gordos de alma. Son solamente indicios peeeeeeeeeeeeeeeero, quien te dice que cuando cambie el paradigma científico esto tenga alguna validez. Lo mismo podría pasar con la autopsia al extraterrestre de Chiche.

- Si cuando escuchás la palabra fantoche pensás en un alfajor triple aunque estés en un circo.
- Si en vez de dejar pasar el tiempo (alma de vago) o matarlo (alma de asesino en potencia) lo rellenás (vos sabrás con qué, gordit@)
- Si en vez de pegar onda con alguien te gusta hacer buenas migas y no sos Hansel o Gretel.
- Si a vos no te pasan cosas feas sino que "te comés un garrón".
- Si cuando te fue bien decís "todo jamón".
- Si sos hombre y escuchás que hablan de tortilla a la española y no vienen a tu mente Penélope Cruz con Scarlet Novoyaescribirunapellidotandifícil sino papa, cebolla y huevo.
- Si alguien dice "me hicieron sanguchito" y en vez de pensar en un trío pensás en un pebete de salame y queso*.
- Si te gusta la navidad por el maní con chocolate y los turrones y no por los regalos (alma de botinera).
- Si te gusta pagar facturas porque es lo que mejor va con el mate a la mañana.
- Si no sabés bien cómo es el ciclo lunar (llena, cuarto creciente, menguante, nueva) pero diferenciás las de grasa de las de manteca.
- Si comés en una comida en este orden: fiambres, lasagna, flan con crema y dulce de leche (dos veces) y capuccino pero lo acompañás con gaseosa light. (Sos lo que se denomina gord@ culpógen@).
- Si comiste más de 10 alfajores en los últimos 25 días. Sí, los Jorgito mini también cuentan como 1.
- Si no te da vergüenza agarrar la última porción de pizza pero sos capaz de mearte encima antes que levantarte para ir al baño en el medio de una clase (alma de nerd).
- Si te entusiasma más hablar de comida y combinaciones de ellas que de política o discutir la ley de medios. O si lo hacés mientras comés.
- Si tu frase es "de frente manteca" y no "de frente mar" (alma de romántic@).
- Si no sabés un pedo de botánica pero te gusta el chocolate en rama (chocolate para el alma).
- Si cuando ves un poster de Araceli pensás en su papel como repostera (Alma mía).


Si todo lo anterior te aplica, comiste algo durante la lectura y todavía pesás menos de 150 kg, considerate una persona afortunada, como yo. Eso sí, cuando te llegue la hora y dejes ese cuerpito genitl, pedile a San Pedro que te levanten con grúa porque tenés alma de gord@.


* Nota del autor: Yo seré un sexópata pero vos tenés alma de lechón.