Ni idea dónde voy pero seguime

jueves, 14 de octubre de 2010

Branding y numerología

Durante buena parte de mi infancia los autos en la Argentina tuvieron números como nombre. Se trataba de una información, apenas el modelo que pertencía a la gran marca. Pero poco a poco las automotrices decidieron convertir a cada uno de sus modelos en una marca propia, y los números quedaron atrás.

Fiat por caso, dejó de lado sus 147, 133, 600, 128 y demás por los Regatta, Super Europa, Duna y los más modernos Palio, Punto y Línea. Inclusive el 147 pasó a llamarse Vivace. Además de Fiat, tal vez el caso más extremo fue el de Renault. Pasamos del 4, 5, 6, 9, 11, 18, 21, 20, 25 y 30, al Symbol, Express, Kangoo, Clio, Laguna, Koleos, Sandero, Scenic y Megane. Alfa Romeo, la más romántica de las marcas, también deja de lado los números. También Mercedes.

¿Qué habrá hecho que los números dejaran de ser una alternativa interesante como nombre de un auto? Será que no quieren que te sientas un número salvo que vayas al casino y pongas un pleno en la ruleta.

En realidad avanzó el marketing con su branding. Es la era del present continuous porque todo lo que tiene ing tiene éxito, incluyendo el brain storming. Ahora hablamos así por influencia del inglés. Ya no decimos "nos vamos mañana a las 5" sino "nos estaMOS YENDO mañana a las 5". Bueno, está mal dicho (consulte su "sicario Equus africanus asinus"). Pero no me quiero poner académico porque soy hincha del rojo.

Ahora todo tiene nombre porque un nombre es marca. Por el contrario, algunas casa de empandas han optado por numerarlas para facilitar el reconocimiento. Es cierto, es fácil identificarlas y hacer menos repulgues, pero es muy confuso pedir cantidades de un número. Ejemplo:
- Hola, te quería pedir 3 empanadas 4
- Dale, ¿3 ó 4 querés?
- 4 empanadas 3
- O sea que serían 3 número 4...
- No, al revés quiero cantidad: 3 identidad 4. 
- Ah ok, entonces son 3 empanadas de jamón y queso.
- Eso mismo, ahora nos entendemos.

Bueno, me ha pasado con internet. A veces cuando un sitio está caído te tira error y número. 404 por ejemplo. Para mi eso era un Peugeot. A lo sumo un colectivo pero un problema de servidores jamás. No sé dónde terminará esto, pero me preocupa que el 60 pase a llamarse Tiger-Constitution Bus.

Hasta la mensajería es así. Piensen, antes teníamos el ICQ con un número. Ahora tenés Twitter o Facebook con la posibilidad de ponerte nombres. Me comentaron que la policía va por el mismo camino, en vez de tener un 467 ahora informan un #natalianatalia.

Pronto las tácticas en el fútbol van a dejar de ser 4-4-2 o 4-3-3 para ser @tacamospoco, travesañing (acción de colgarse del mismo) o simplemente attackless.

Las personas parecemos productos. Tenemos apodos, #, twitters, facebooks, producción, followers y hasta recomendaciones de otros en redes sociales. Dentro de poco van a venir los eslogans o PNTs en lo que decimos: "Me llamo Julia, tengo 35, estoy soltera y me gustaba usar jeans nevados Jordache. Kesbun, volvió lo mejor de los 80".

Me acuerdo cuando empecé la UBA y todos me decían "acá sos un número" para intimidarme. No sé ustedes, pero yo fui un número desde que nací. Tengo DNI, CUIT, CUIL, n° de obra social, n° de trámite, de socio de Blockbuster, de celular y hasta de hijo: fue el primero. 

Con tantos números ya no sé a qué jugarle en la quiniela. Y encima cuando sueño con algo resulta que tiene un número. No me dejan en paz. Ahora me persiguen hasta en el colectivo. Está lleno de gente que juega al Sudoku. American Express dice que no sos un número para ellos pero te escriben tu nombre con numeritos de colores. Igual tenés tu número de socio premier y te dan un número de teléfono para llamar. ¿Cómo se llama? Hay que marcar, porque ni el teléfono a disco nos quedó. Ahora tienen teclas y hay que marcar. Y con el tema de las salideras yo me pongo paranoico. No quiero marcar ni en un partido de fútbol.

Estoy agobiado por tanta clave y contraseña. Parece que fuéramos espías con tanta contraseña y nombre de usuario. No soy Bruno, soy algún "user name" y tengo un montón de perfiles. No me quiero imaginar cómo está Julio Iglesias que solo se banca uno.

A lo mejor dentro de un tiempo vamos a poder elegir el nombre de las casas y de las chapas de los autos. En vez de numeración ponerles un nombre propio. Ejemplo el #micasita de la calle 66 en La Plata. Uno de estos días vas a encontrar un bebé que se llame 74 porque nació después de un 69 que terminó de manera extraña. Me imagino a la tía gritando "Cheeeee, 74 se hizo encima, vení a cambiarl@" (claro ni puta idea del sexo con un número). Pero bueno, supongo que se llamen como se llamen, seguirán haciendo lo que hacen los bebés: lo primero o lo segundo.

2 comentarios:

Nina Regina dijo...

sólo quería decir que Tiger-Constitution me hizo escupir el matecocido

Br1 dijo...

Qué bueno que todavía haya gente que tome mate cocido. Es un argentinismo disidente que me agrada.