Ni idea dónde voy pero seguime

lunes, 4 de enero de 2010

La orilla es distinta desde el otro lado del río

Esta frase de mi autoría data de hace aproximadamente un año y creo que contiene tanta verdad que es una buena idea explicarla. Si alguna vez estuviste en Cataratas habrás tenido la oportunidad de verlas desde el lado argentino y desde el brasileño. Y son las mismas, o no. Porque ahí te explican que si te parás desde el otro lado el paisaje es diferente.

La Cordillera de los Andes es otro caso. No tuve la suerte de estar del otro lado pero por lo menos entre los países hay grandes diferencias a un lado y al otro. O el Río de la Plata. Montevideo y Buenos Aires son muy distintos, y los separa apenas un río. Como dije, la orilla es distinta al otro lado del río.

¿Qué pasa con la gente? A veces lo mismo. No somos iguales de frente que de espaldas. En mi caso tengo mucha más frente que espalda. Cada vez más. ¿Y tu casa? ¿La viste desde enfrente alguna vez? Es la misma pero no es. ¿Por qué? Porque cambia el punto de vista. Estar en otro lugar y mirar lo mismo te da otra perspectiva. Ves otras cosas, otros detalles. Muchas veces algunos defectos que antes no existían, aunque ahí estuvieran.

Y algo similar nos pasa con la gente. Parados desde otro lado vemos otras cosas. Y cuando cada uno está parado en una orilla diferente, ¡el río es tan distinto! Y en el medio hay agua nomás.

Crucemos de vez en cuando, está bueno ver el lugar donde estamos parados desde afuera, parece otro.

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