Hace unos días me comí un sánguche (nada de sandwich) de queso cheddar y lomito ahumado. Bueno, tal vez le iba mejor sandwich que sánguche. Era increíble. El saborcito del queso mezclado con el gustito ahumado del lomo... Mmm, me dan ganas de ir a comprarme otro.
Listo. Está buen... mo. Perdón, no se escri.. on ca llen. Pero está increíble. Busco un vaso con agua y sigo porque tengo una pelota de miga de pan que parece que me hubiera tragado el flotante del depósito del inodoro.
Lo que decía es que hay muchos olores que nos traen recuerdos. Quedan guardados en alguna parte porque al sentirlos otra vez te retrotraen a esa experiencia. Pero nos podés traer cuando querés, como una foto o un auto a control remoto. El olor a casa de viejo por ejemplo. Hace poco sentí ese olor a humedad mezclado con sillón viejo que es inconfundible. O el gusto del mate cocido en vasito de plástico como tomaba en el jardín de infantes. Cada vez que tomo en vaso de plástico un mate cocido me acuerdo del taller de carpintería de preescolar. Pero si quiero recrear ese gusto ahora no puedo. Ni siquiera de un marroc que como mucho más seguido.
Y lo mismo pasa con el olfato. No puedo imaginar un olor ni recordarlo. Sin el estímulo del olor mismo no puedo recrearlo. En cambio si recuerdo algo que me pasó puedo "verlo" aunque no esté frente a mi.
No se, me gustaría tener una cámara de olores o de gustos. Así podría coleccionar gustos de empanadas, de sánguches de miga (aunque el mejor lejos es el de huevo), combinaciones de cosas con chocolate (banana, frutilla, naranja, mandarina, dulce de leche, dulce de leche, dulce de leche) y cualquier cosa que haya comido o tomado y quiera revivir. Por eso si algún ingeniero lee esto le pido ¡inventen esto por favor!
1 comentario:
¡AGENDADO! :P
Publicar un comentario