Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 28 de julio de 2010

El experto

Como no soy mujer, no conozco al dedillo la dinámica de una mesa femenina compuesta por amigas. Sí, algo puedo imaginarme a partir de películas y series que alguna vez he visto, pero quiero confesarles, nunca presté demasiada atención.

En fin, yo quería contarles esto porque supongo, sin ningún asidero sustentable, que todas las mesas de hombres amigos, o concilíabulos machistas, son más o menos iguales. Paso a detallar características típicas de las charlas que nos tienen como protagonistas. Antes debo mencionar que el experto sabe mucho pero poco aplica. Es decir, puede decirle a sus comensales las cosas claras, sin pelos en la lengua y sin ponerse colorado, todo aquello que debió haber hecho o dicho. Eso sí, en el momento en que se ve en una situación similar es como un libro escrito con jugo de limón. Se parece a los demás, pero todo lo que escribieron en él no se puede leer.

Características del experto
- Ni fachudo ni feo. Es un hombre promedio, con un trabajo "normal".
- Es un teórico de las mujeres. Un teórico purista. Sabe un montón, pero casi nada de lo que sabe llega a la praxis.
- Velocidad de palabras. Ante la puesta en situación de su confraterno, puede que ni lo deje terminar la frase para escupir una solución y/o consejo. La fundamentación es imprescindible. Esto significa cálculo y especulación de todo lo que sucederá a partir de la conducta del hombre.
- Ironía, sarcasmo y mucho sentido del humor. Si su comentario fue realmente de experto, sobrevendrán los célebres "qué hijo depú" o "no podés decir eso, animal".
- El experto no existe físicamente, es una suerte de masa de aire frío que atraviesa a los hombres por momentos, los posee y luego los deja de nuevo en su estado de "al final somos unos giles".
- Nunca duda. Puede llegar a equivocarse, pero solamente si otro experto es más experto que él. En realidad no se equivocó, solo fue menos preciso que el otro experto. 
- Da consejos y puntos de vista sin que se los hayan solicitado. Esto es fundamental. El experto es proactivo. Siempre.
- Ante la tristeza de un amigo, acude a cualquier tipo de comentario, por despiadado que sea, para apaciguar su saladez anímica. Estos incluyen la falta de tacto y de respeto hacia la "hija de remil puta" que hasta hace 3 horas era la novia perfecta. El cambio de un estado al otro es tan fácil y rápido como las novias de Fort.
- No hay peor enemigo para él que la suegra de su amigo. Ella es responsable de la hinchazón testicular de su amigo (antes experto y ahora novato).
- El experto conoce los laberínticos secretos del cerebro femenino (no, no tienen corazón) como Kasparov las jugadas de ajedrez. Él también sabe mucho de mover las fichas del ajedrez. Pero de las damas, poco.
- Vive en todos nosotros. Todos tenemos un potencial experto. Su espíritu reside dentro de nuestra naturaleza masculina y se pasa de mano en mano como la llama olímpica. 

Seamos honestos, ¿quién no se ha sentido experto alguna vez?

7 comentarios:

Unknown dijo...

este es tu género literario.;)

Br1 dijo...

Yo diría que esto es la degeneración de la literatura.

Cacho Castaña dijo...

¿Qué hay que saber? Si te agarro con otro te fajo. Listo.

Ricardo Fort dijo...

Nadie entiende mejor a una mujer que yo. Hasta me pongo en sus zapatossss jejeje.

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

El experto es el peor estado masculino. Mas vale un dudoso que la tenga duda!!

Experta en Robertos

Br1 dijo...

jajaja pero no se puede dudar todo el tiempo. Bah, con esas pastillitas azules capaz que sí.

¿Hay tipología de Robertos? Yo tengo una clasificación de galanes en mis posts pero no se si aplican. Le consulto como experta en el tema.

Roberto Piazza dijo...

Como Roberto que soy me siento ofendido por este post y sus comentarios. Hay mucha tela para cortar en relación a este tema como para quedarse con esto.