Ni idea dónde voy pero seguime

martes, 20 de julio de 2010

El brindis

Me anunciaron un casamiento hace poco. Me pone contento por dos cosas: primero por los que se casan, y segundo porque puedo usar el traje que me compré. Comprarse un traje y no usarlo es una sensación muy rara. Digo, los hombres no estamos acostumbrados a tener ropa que no usamos. O por lo menos yo. Casi sin estrenar. Porque no da ir a comer pizza con traje. O ir al super de traje únicamente para usarlo. Es raro porque está condicionado a una situación, un evento. No es que te vestís como querés; vas de traje si la ocasión te lo pide. No se a ustedes pero a mi jamás me ha pedido nada. Así me visto...

En fin, jodía con el futuro casado con que podría hacer un monólogo en la fiesta. Ni hablar que no me animo a hacerlo. Una cosa es escribir boludeces acá y tratar de hacerme el gracioso y otra es poner la cara y el cuerpo en un lugar cerrado con gente alcoholizada y con un montón de cuchillos a la mano. O alimentos salsosos que podrían arruinar mi nuevo traje. Pero bueno, la cosa es que se me ocurrió hacer una lista de chistes que no deberían hacerse en un casamiento. Iba a decir por decoro. Pero si la boda no es de alguien del Kennedy no tiene mucho sentido. 

- Con las hermanas de los novios no se jode. Mucho menos si están buenas. Muchísimo menos si tuviste algo que ver con alguna. Muchsimísimo menos si los novios son hijos únicos.
- Las anécdotas con el novio durante la adolescencia (tardía o no) son graciosas para vos y para él, pero en otro momento. Al resto del mundo no le interesan. Mucho menos si hay vómitos en ellas.
- Tampoco se jode con el catering. No te olvides que te traen comida a cada rato.
- En serio, el vómito de Mar Chiquita 99 arriba del gordo que tomaba sol no da. Mirá si justo está de invitado, el mundo es un pañuelo y podés terminar hecho moco.
- Poca gente tiene humor negro. Dejá a la tía vieja tranquila porque si se llega a morir antes de que llegue el carnaval carioca no vas a saber dónde meterte y de cajón que terminás en el velorio por culpa.
- Si hay muchos invitados que se dedican a la contabilidad dejá de lado los juegos de palabras. Si es una boda gay de contadores el chiste de activo y pasivo no va. 
- Todos sabemos que los padres de los novios terminan remamados. Anunciarlo antes de que suceda puede tener un efecto contraproducente. Se van a mamar igual pero capaz que les pega el pedo violento con vos.
- Si es un matrimonio entre personas del mismo sexo y hay asado, cuando pidas matrimonio aclará. Antes todos entendíamos chorizo y morcilla. Ahora pueden ser los 2 chorizos o las 2 morcillas. Ése fue el primer matrimonio entre dos falos y nadie hizo una marcha vestido de holandés por eso.

Por último, pero no por ello menos importante, no te olvides de apelar a la memoria emotiva. Si el chiste no hizo mella entre la audiencia puede ser que te hayas confundido de salón y estés en un velorio. Y siempre se puede citar a Evita, al general o a Wilkins. Sopa de caracol. Buscá la emoción para lograr el aplauso. Contá que siempre supiste que encontraría a algiuen como ella aunque haya sido un bepi consecuencia de 1 noche de exceso de grapa y pochoclo. El silencio no es la peor reacción posible, pero si están aplaudiendo tienen las manos ocupadas y no te pueden tirar con nada. 

Cerrá con una frase que a nadie le caiga mal, aunque siempre hay un forro. "Coman rico y manejen con cuidado. Y Que vivan los novios, porque si no esto es un desastre y hay que llamar a cochería Paraná".

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