Ni idea dónde voy pero seguime

viernes, 21 de mayo de 2010

Tocar de lejos

Los ojos están condenados a mirarse de lejos. Pero tan fuertes fueron sus ganas de poder tocar, que se estiraron y se estiraron hasta tener brazos. Así desarrollaron las pestañas, que son como sus manitos. También dicen que, cuando parpadean, en realidad se están saludando de lejos.

Nadie sabe bien cuándo, pero dicen que una vez contaron que cuando una pestaña se cae hay que rifarla entre dos pulgares. Y quien gana debe dejarla en su pecho porque trae suerte. Me parece que eso es un mito. Es una excusa inventada para que los ojos se saquen las ganas de acariciar. Así llegan ellos, con sus manitos largas y estiradas, hasta los demás.

2 comentarios:

budin dijo...

el dulcedelechismo a morir.

me encanto... y eso que no entiendo las metaforas, ni me gusta la poesia =)

Br1 dijo...

Jaja, muchas gracias.