Ni idea dónde voy pero seguime

martes, 11 de mayo de 2010

Teléfono descompuesto

Un miércoles cualquiera suena el teléfono en Villa Urquiza. 3 am.

- Mmm. ¿Hola?
- Sí, llamaba por el aviso.
- ¿Eh? Son las 3 de la mañana...
- Ya sé, pero quería ver si hoy tenías disponible, necesito verte.
- ¿Ahora? ¿a mí? ¿Quién habla?
- Soy Alberto. El de la calle Manzanares. No me digas que ya te olvi...
- Estoy dormido. Y mañana trabajo. No me hagas jodas por teléfono a esta hora.
- Ya sé que mañana trabajás, por eso te quiero ver hoy... ¿podés? Mirá que tengo buena plata...
 (...)
- Dale. Mañana no abro el taller y tengo ganas de verte. Si ayer viniste a la misma hora.
- La verdad es que no entiendo la broma. Yo no fui a ningún taller.
- ¿Vos no sos el taxi?
- No, yo trabajo en una oficina, ¿qué taxi ni taxi? ¿Aparte qué taller te llama a esta hora boludo?
- Dale no te hagas el difícil que ayer te gustó. Y no hablo de los taxis que llevan gente.
- Me parece que se equivocó de número señor. Esto no es un radiotaxi.
- Pibe, ¿vos me estás cachando? Yo quiero co...
- ¿Ah si? Mirá vos, y yo quiero dormir así que la próxima fijate de marcar bien.

Alberto no llamó más.

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