Ni idea dónde voy pero seguime

martes, 20 de abril de 2010

La gota que completa el vaso

Llueve otra vez en Buenos Aires. Por tercer día consecutivo cae una garúa persistente y filosa sobre los techos de los autos. La barrera está baja y la fila de quienes esperamos cruzar la vía se hace cada vez más larga. Los autos fuman, impacientes, para hacer más llevadera la espera del tren.

Algo hace ruido en la radio pero no le presto atención. Funciona como fondo mientras miro el ir y venir de paraguas por la vereda. Cada uno de ellos arrastra a un cuerpo. Todos son negros. No, allá hay uno rojo. Las bocinas empiezan a quejarse y conforman una sinfonía que Beethoven hubiera llamado "La impaciente". Me hago una pregunta muy estúpida: ¿a quién le tocan bocina? A veces no me encuentro lugar en este frenesí que no tiene fin.

Parece que cuando llueve la gente se apura más todavía. Corren como si por eso se mojaran menos. No hay mérito en eso. Te apures o no te vas a mojar. A lo sumo llegarás antes, si no te resbalás. Y yo pienso, qué día para quedarse en la cama. Pero cuando estás en la oficina, si trabajás en una, te espera un matecito. Caliente, espumoso, cálido. Y te reconforta. Un par de mates y el día empieza a cambiar. Ni hablar si le sumás unos bizcochos. Con la panza llena el día no es tan cuesta arriba. Quiero salir a comer pero no quiero mojarme. El delivery tardaría horas. Bueno, salgo igual y camino por debajo de los techos. La gente con paraguas no me deja los techos. Aunque tienen su propio techito. Yo no, es cierto, por voluntad. Pero ¿qué les cuesta dejarme un poco a cubierto? Piso baldosas flojas, me mojo los pies y tengo frío el resto de la tarde.

Me cuesta entender qué tienen de encantador los días de lluvia. Miro a través del vidrio y las gotitas acumuladas me muestran el mundo de otra forma. Argumentan, se defienden de mis críticas. Y termino escribiendo esto y pensando ¡qué lindos que son los días de lluvia!

2 comentarios:

budin dijo...

¡Divinos!

Sobre todo a la hora de la "siesta"... y con techo de chapa :D

Br1 dijo...

El techo de chapa es el dulce de leche de flan que son los días de lluvia.