Alguien dijo alguna vez que un tropezón no es caída. O podríamos decir que por una teta no se cayó. Entiendo la imagen poética pero me pregunto si es por eso que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Para asegurarse la caída, digo.
No es de pesimista sino de obsesivo que lo digo. Y parece que hoy todo lo rimo.
No es de pesimista sino de obsesivo que lo digo. Y parece que hoy todo lo rimo.
Entonces parece que tropezamos pero no caemos. Es un poco agónico ¿no? Cuando tropezás parece que estás por empezar a correr. Y para poder correr primero hay que caminar. Y para volar hay que carretear. Y es que si vas de tropezón en tropezón sin caerte todavía tenés algo que perder. En cambio, si te caés, te podés levantar. O te levanta ella si sos Daddy Yankee.
Tarde piaste me remite a que más vale pájaro en mano que cien volando. Eso es cierto especialmente si limpiaste al patio o lavaste el auto. Uno caga menos que cien. Lógico. Pero no me puedo olvidar de que lo que vuela está en el cielo, y que del mismo te puede caer piedra. Claro, cayó piedra sin llover. ¡Qué leche!
El que se quema con leche ve la vaca y llora. El que no llora no mama. Y el que no mama es un gil. El que se mama se levanta mareado de la silla, camina en zigzag y si hay una piedra o alguna baldosa levantada, tropieza. Al final todo tiene que ver con todo. Borges escribió las ruinas circulares. Y las ruinas son escombros de civilización. Son las piedras del hombre.
2 comentarios:
Será entonces que tropezar, sin llegar a caernos nos permita construir?
Digo... Quizas el hecho de no tocar fondo cada vez que nos equivocamos tenga un significado que vaya mucho mas alla del "errar es humano" simple y moderno.
Por mi parte nunca estuve muy de acuerdo con el "comamos mierda, miles de moscas no pueden estar equivocadas", todos sabemos que los animales no razonan y aun asi muchas veces nos superan con otras inteligencias que mal podriamos comprender si seguimos llorando al ver la vaca en vez de tomarnos la leche sin chistar para fortalecer nuestros huesos y no quebrarnos los craneos al pensar... Ni las piernas al tropezar.
Budín: no se si tropezar permita construir, pero al menos hace que cambiemos el paso. Y eso, ya es algo ¿no?
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