Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 18 de agosto de 2010

Hoy es (lenguaje explícito)

Advertencia: el siguiente post (este mismo en realidad, el siguiente no está escrito todavía) posee vocablos explícitos que podrían alterar su estado de ánimo lexical. Se recomienda su lectura en un ámbito amable y no financiero.

Cuando era chico vi una película que me cambió un poco la manera de mirar las cosas. Había un actor llamado Robin Williams en ella y se llamaba "La sociedad de los poetas muertos". ¿Qué me cambió? En principio aprendí que existía un idioma que se llama latín, que aunque casi en desuso todavía no se ha oxidado.

Recuerdo que me impactó la idea de carpe diem. Nada que ver con el camping como podrían pensar algunos, ni con los huesos de las manos y el carpo. Quiere decir disfruta el día. O algo por el estilo. Obvio que la idea de disfrutar el día es casi la única que tiene un chico a los digamos 9 o 10 años, pero justamente creo que fue eso lo que me sacudió. ¿Por qué no disfrutarlo? ¿Qué otra cosa se podía hacer?

En aquél momento creo que pensé que los latinos (que hablaban latín para mí) disfrutaban del día justamente porque hablaban latín. Supongo que ese razonamiento deductivo me llevó a interesarme por otros idiomas. Quería saber qué hacía la gente que hablaba otros idiomas, como si lo que nos pasa nos pasara a partir del idioma que hablamos. Alguien, no recuerdo quién, dijo que el lenguaje sirve para construir el mundo. Le da sentido. Bueno, a lo mejor el lenguaje es el arquitecto y el idioma el decorador.

Vuelvo a la frase. Si en latín se puede disfrutar del día, ¿qué se puede hacer en inglés? Estudié inglés y alemán. Canté 10 little indian boys y entendí algunas letras de Rammstein pero concluí que lo divertido no es saber idiomas en sí, sino mezclarlos. Hoy estoy con las luces apagadas así que puede resultar difícil seguirme, pero voy a tratar.

Como cualquier persona que no está cuerda pero tampoco se cree piola, me hice un nudo pensando solo y me inventé este diálogo (imaginen que me paro en un lugar y en otro para hablarme y contestarme) para poner mi gran descubrimiento. A saber:

"Antes de aprender un poco de inglés nunca entendí porqué en las porno no terminan la frase", me dijo sin inmutarse. -¿Qué cosa?- le respondí yo estupefacto. "Que en las porno no terminaban la frase... las minas;  cuando están en eso". Pensé que me perdía algo, por lo que solicité una explicación.

-Sigo sin entender- repliqué. Por suerte, me dijo lo siguiente: "Claro, no viste que dicen hoy es, hoy es..." ¿Hoy es qué? respondí un tanto impaciente. ¿Qué día es hoy? Martes, obvio, siempre es martes (o viernes para Ismael). "Hoy es... hoy es". ¿Hoy es el día? Parece un eslogan de banco para sacar un crédito. O de champán. No se si plata pero algo le depositan, y con particular interés.

Me quedé pensando y es verdad. Las chicas dicen "hoy es hoy es" solo que en inglés se escribe diferente. Y disfrutan del día sin carpa. Y de la noche también.

2 comentarios:

budin dijo...

Wittgenstein creo que fue el que dijo que "los límites de tu lenguaje son los de tu mundo".

Las COSAS "son", el lenguaje, en cambio, busca nombrar lo que, tal vez, nunca se pueda decir. Luego está en cada quien tener la amplitud suficiente como para sacar sus propias conclusiones. Por ejemplo, si decimos: "ésta piedra es dura", ¿se sabe realmente la dureza de la piedra? ¿o es nuestra experiencia? Digo, quizás dentro del mundo de la piedra, haya algo más duro... yo que se :P

Allí aparece entonces lo que decía usted sobre los mundos, sobre disfrutar el día a día, y ser arquitecto o diseñador... o albañil si quiere, de lo que nos rodea. Uno ve nada más lo que su horizonte le permite ver. O, como me dijo alguien una vez, "uno ve lo que PUEDE ver". La idea es tratar de ir más allá del horizonte propio (común). A mi por ejemplo me da por el lado de las ciencias duras (y de algunas mas blandas a veces) pero bien sabemos que Galileo también vio "más allá" de las posibilidades de su época y algunos se le cagaron de risa.

Entonces, y luego de esta ensalada de palabras que el Señor Juan Carlos Disgrecio llamaría "libertad editorial" quizás debamos aplicar un guiño y torcer el horizonte de posibilidades hasta el límite, total, si no entendemos, no se rompe :P

(y existen los perros guías).

¡ou ies!

¡kisses!

Br1 dijo...

:o
Gracias por su sesuda reflexión. Aunque le confieso que cuando dijo más allá del horizonte pensé en Luisa Kuliok.