Ni idea dónde voy pero seguime

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sexo en la pileta

Nunca había visto a dos cucarachas tener sexo. Nunca había visto a dos insectos aparearse en mi casa. Mucho menos en la pileta de la cocina. Tenía sed, encendí la luz y ahí estaban las dos. O los dos. O él y ella. La verdad no puedo distinguir entre cucarachas machos y hembras. A lo mejor las hembras se pintan las antenitas, no sé. Igual las dos tenían pelitos en las patas.

Estaban cola con cola, quietas. Como si cada una tirara para el lado opuesto a la otra y tuvieran la misma fuerza. Cuando encendí la luz no se movieron. Habrán pensado "quedémonos quietas y no se van a dar cuenta de que estábamos garchando". A lo mejor él le había prometido llevarla a un jacuzzi, aprovecharon la espuma del detergente. Y vengo yo a importunarlas.

Creo que llevaban varios años juntas, por eso cada una miraba para un lado diferente. Ya eran una pareja un poco distanciada, a pesar del apego del momento. Ni cucharita hacían. No tuve piedad, debo decirles, y las rocié con Raid.

Ese polvo fue demasiado. Pero murieron juntas, entrelazadas como hubieran querido Romeo y Julieta. Y todo por un polvo en el jacuzzi. Se comenta que una de ellas mantenía una relación paralela con un grillo. Trataron de que no se supiera, pero se supo. Hay quienes dicen que fue un plan tejido por la araña. Lo cierto es que ahora el grillito va a cantar todas las noches esperando a su amada cucaracha que no vendrá.

Y yo no voy a poder dormir. Cri cri cri.

2 comentarios:

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

qué hdp!! fue coitus interruptus.

Br1 dijo...

Sí, fue sin querer queriendo pero sí.