Ni idea dónde voy pero seguime

jueves, 16 de diciembre de 2010

Mi persiana y yo

Para alguien que se cree omnipotente como yo hay pocas cosas más frustrantes que sentirse derrotado por un objeto. Y no hablo de cualquier objeto sino de una persiana. Esa mierdita que no es cortina ni puerta y se la da de grosa porque se enrolla. Bueno, ¿sabés qué? La serpentina también y no se la cree. Si no tuvieras esa cinta no serías más que un grupito de varillas de madera que no sirven para nada. Miento. Para hacer asado servís, hija de puta. Tenés el ADN de un broche.

Se rompió la persiana de mi casa y me dispuse a arreglarla. De noche, aclaro. Tipo 10. Venía de mucha actividad física y ya mis brazos estaban un poco cansados. Tuve que asegurar bien ese plato donde se enrolla la cinta al palito donde se enrolla la persiana porque estaba asegurado con un clavito. ¡Con un clavito! Un cuadrito va con un clavito hijo de puta. ¿Quién te dio la matrícula de arquitecto? 


Me costó pero logré desarmar todo y asegurar bien el plato y el palito. Travesaño o como se llame. Me agarré el dedo con la escalera plegadiza y me sentí todavía más boludo. Lo peor es que tardé en darme cuenta. El dolor empezó y no sabía qué era, hasta que entendí que era el dedo. Lo quise sacar y estaba trabado entre la pata metálica y el cosito que se dobla porque es plegadiza. Pude sacar el dedo, me puse hielo y volví al ataque. Coloqué los 3 agarres de la persiana, empecé a enrollar y no funcionaba. 

En un momento creo que llegué a decir en voz alta, "¿cómo mierda hiciste una carrera universitaria si no podés arreglar una cosa que enrolla una persiana?". ¿Seré tan pelotudo che, es un yoyó gigante esto? Ah, puse los agarres del otro lado...


Un rato y varios "persiana hija de mil putas" después me rendí. Tenía calor, sueño, me dolía el cuello y no podía levantar más los brazos. Pero solo por ayer. Me levanté hoy dispuesto a irme sin finiquitar el asunto. No pude resistirme, quería dejarla arreglada. A mí no me va a ganar una persiana. Capaz que sí, ¿eh? Dormí con el destornillador en la almohada, a ver si me insipiraba dormido. Y me iluminó. Encontré la solución y pude hacer que enrolle. Otra vez tengo patio. Otra vez tengo paz. Y un dedo dolorido.
 

5 comentarios:

Javi Blanco dijo...

"Tenés el ADN de un broche", jajaja, magistral, Watson!!!

Nina Regina dijo...

a mí me mató lo de "me agarré un dedo y tardé en darme cuenta".
Se nota que estabas tan compenetrado en resolver el dilema existencial de cómo ser facultativo y aún así ser un inútil (*) que no podías ni registrar el dolor!

(*) va con onda! obviamente, yo estaría en estos momentos tapando la ventana con bolsas de residuos por mi total imposibilidad de reparar cualquier cosa

Br1 dijo...

Gracias Javi :) ud. siempre tan atento.
Nina: no hace falta que aclare. No me siento inútil, ese es el tema. Si lo asumiera sería más fácil, pero no me resigno. Yo puedo reparar si antes reanduve.

Unknown dijo...

Ese es el Tio de joaquin...!!! Vamos Persiana carajo..segui jodiendo que Que tenemos asado seguro....

Br1 dijo...

Gané yo. Por esta vez, ya habrá revancha seguramente, las persianas no son de fiar...