Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Entendernos

A veces me gustaría que mi perro supiera hablar. No sé, le preguntaría un montón de cosas. Intentaría explicarle que no le va a pasar nada con los petardos, que no le conviene ir a pelearse con el dogo de Burdeos de la vuelta de casa porque pesa 5 veces él. Le preguntaría si me extrañó.

A lo mejor me podría decir que me extrañó. O que no tiene hambre. O que tiene ganas de ir a pasear. Que le dio mejor resultado la pipeta de la otra marca y que le pica todo por los mosquitos asesinos. Y a tal vez empezarían los reproches. ¿Quién sabe? 

W: Te fuiste mucho tiempo y me aburrí.
B: Pero te dejé la radio.
W: No me gusta escuchar radio para humanos. Hablan de temas que a mí no me interesan.
B: Ah perdón, el señor está más allá de los humanos.
W: Y sí, gil. ¿O vos te pensás que me preocupa una fragata varada en Ghana?
B: Ok, la próxima vez te dejo la tele.
W: Bueno, pero no me dejes Cartoon Network. Eso es para nenes.
B: Bueno, te dejo Animal Planet.
W: ¿No te parece que ya sé suficiente sobre animales?
B: ¿Qué carajo querés ver entonces?
W: Y no sé, dejame algún canal de cine. Por ahí engancho alguna de James Bond. Algo de acción, ¿entendés?
B: Sí. 
W: ¿Sí qué?
B: Sí, perro.
W: Así me gusta.

Después me doy cuenta de que aunque no hable se hace entender con gestos. Me mira para jugar. Me pone la cabeza en la pierna cuando quiere mimos. Empuja el plato para comer y busca su correa en el cajón para ir a pasear. ¿Para qué necesitaría hablar? A su manera, él se hace entender.

A veces pienso que el equivocado soy yo, que trato de que me entienda cuando le hablo en vez de usar gestos como hace él. Es como pedirle a un sordomudo que te hable en vez de aprender el lenguaje de señas.

1 comentario:

Maldo dijo...

Es mejor que no hable. Saludos!