Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 16 de mayo de 2012

Lo hicimos al revés

Recién al séptimo día descansó. La historia que nos contaron nos pintó un Ser superior generoso pero estricto. Muy trabajador. Bah, eso interpretamos nosotros. Porque si en realidad creó el mundo en 6 días y al séptimo descansó, después de eso no sabemos bien qué hizo -más allá de divertirse un poco con los primeros hombres y mujeres que había creado-.

Será que inventaron esa historia para justificar el mundo al revés. La vida dedicada al esfuerzo y la postergación del gozo en pos de disfrutar después. Trabajamos 8 horas (antes eran muchas más) y después tenemos que comer, dormir, comer, etc.

Trabajamos de jóvenes para no hacerlo de viejos. Eso es lo normal para nosotros, pero nada nos garantiza llegar a viejos. Trabajamos 5 o 6 días y descansamos 1 o 2. Me parece un poco desbalanceado.

Yo creo que deberíamos equilibrar un poco la cosa. No hablo de invertirlo, ya sería utópico, sino equilibrar. Trabajar 2 días, descansar 1. Nos quedaría lunes, martes, domingo, lunes, martes, viernes (medio día) y domingo. Empezar con menos horas después de los dos días de descanso y cortar antes. Para no hacer todo tan de golpe.

También trabajamos 50 semanas y descansamos 2. A menos que tengas mucha antigüedad laboral en un lugar. Yo ya he propuesto que eso cambie y que las vacaciones sean en función de tus años de trabajo y no de trabajo en ese lugar. Pero igual me parece que sigo atado a la idea del mérito y no sé si eso está bien. 

Postergar para después. El postre al final, cuando ya no tenés hambre. Porque primero hay que alimentarse. 

Cuando elegimos, lo hicimos al revés.

No hay comentarios: