Ni idea dónde voy pero seguime

lunes, 26 de marzo de 2012

Balance del día en que naciste

Capaz que ahora podés leer, si pasaron unos años desde hoy. Quería contarte un poco cómo fue un día común, que pasó a ser único.

Me levanté temprano y con sueño porque ayer fui al cine. Me fui a sacar sangre para un control periódico. Tuve que hacer 12 horas de ayuno para el examen de orina, no está bueno tanto tiempo sin comer. Mi día viene mal.

Me hicieron esperar en el laboratorio. Unos 30 minutos. Había una vieja densa que hablaba por hablar, seguro que se sentía sola porque despotricaba contra la obra social que no le cubre el 100% de la vacuna contra el Neumococo. La chica de ahí le decía que cubría el 40%. Protestó, que sí que no, que no que no. Bueno, sí. Cuenta de su pareja que sí tiene la vacuna gratis. ¿A quién le importa? Se la dio. Sigue sin mejorar.

Me compré 4 facturas. Una medialuna de grasa, otra de manteca. Una de hojaldre, dulce de leche y baño de chocolate con un toque de maní. La otra como medialuna pero plana y con membrillo. Ahí levantamos un poco.

Tomé mate y las facturas. Me comí un bombón que trajo alguien. Fui a comprar el almuerzo: menú del día por $23, ravioles con salsa y un postre. Genial, elegí flan. Los ravioles no estaban buenos. El flan me lo comieron "por error" pensando que era el budín de pan. Lo dejaron cuchareado en la heladera. Y así lo revoleé al tacho, con resignación.
Restamos 2 puntos al día.
Y a eso de las 6, cuando no sé cómo lo supe, me avisaron que naciste. 

Es raro hablarte porque todavía no te conozco pero bueno, ya tendremos tiempo. 
Me voy para allá, nos vemos. Bienvenida.
Al final hiciste valer el día.

3 comentarios:

Nina Regina dijo...

qué lindo! pero no te felicito porque no hiciste nada para merecerlo :)

Br1 dijo...

Gracias por entender.

Maldo dijo...

Pulgares arriba!