Ni idea dónde voy pero seguime

martes, 9 de agosto de 2011

¿Te acordás de mi?

Cerró la puerta de su casa con cuidado para que su llavero de la Torre Eiffel no raspara la madera recién barnizada. Él es muy cuidadoso y sabe perfectamente que la relación costo - beneficio entre prestar atención a estos detalles versus amargarse un día por un descuido es rentable para el lado de la obsesión.

El saco azul para sus reuniones le auguraba un día largo y la camisa celeste con rayas blancas reforzaba la sensación. No eran las 10 cuando salió a la calle. Miró hacia arriba, lindo el paisaje con los cables, el cielo nublado y el puto ficus que el vecino sigue sin podar.

Hizo cuatro pasos y su suerte empezó a cambiar. Un perro que corría desbocado le pegó semejante cabezazo en la tibia que se fue de nariz contra la vereda. Alguien lo ayudó a levantarse. Y estaba buena.

Mientras se incorporaba pudo ver cómo las piernas se hacían cada vez más perfectas a medida que se acercaba a la cintura. El abdomen chato, y no digo panza porque sería faltar a la verdad, alojaba un precioso piercing colgado del ombligo. Había más adoquines ahí que en Coghlan.

El top rosa empezaba apenas después del ombligo. El relieve de dos tremendos pechos le generó un revoltijo en la boca del estómago. Bueno, un poco más al Sur. Vio un cuello delgado y el comienzo de una cara imborrable.

"¡Ey, sos vos!"

- Y sí, yo soy yo- le dijo lo mejor que pudo.
- Ya sé que vos sos vos. ¿Pero vos sabés quién sos para mi?
- El boludo atropellado por tu perro supongo.
- Jajaja, sí, pero además ya nos conocíamos. ¿No te acordás de mi?
- Creo que no.
- Nos chocamos en Palermo hará un año atrás. Cuando nos miraba el flaco que escribe el blog desde la ventana…

*Nota de autor* Che: no pueden nombrarme a mi, se rompe la magia del relato y los lectores van a saber que esto es ficción. Ustedes tienen que hacer lo que yo escribo, si no esto se va a la mierda.

(Los 2 a dúo): Ok, perdón, no pasó nada, seguimos con la historia.

Se miran. Él mira la hora y amaga irse.
Galán maduro: Mmm, no, la verdad no me acuerdo bien. Chau.
Ella: ¿Cómo no? Leé acá, dice ella.

(Unos minutos después)
GM: Ahora sí me acuerdo de vos. Pero me tengo que ir.
Ella: Veo que seguís con la misma onda del año pasado.
GM: Si lo decís por mi moto sí. Pero esa va con hache.
Ella: La hache es muda.
GM: Lástima que no sos una de ellas.
Ella: ¿Para qué te gustaría que fuera una hache, me querés hacer un try?
GM: Yo con vos no intentaría nada más que olvidarte, cosa que venís empeñada en evitar.
Ella: Yo no tengo la culpa. Se soltó Rubén y se te fue encima.
GM: ¿Rubén se llama tu labrador?
Ella: Sí, ¿algún problema?
GM: No, ninguno. ¿Cómo se llama tu gato, Armando? (se ríe).
Ella: Raúl. Armando es nombre para canario.
GM: Ah pero vos estás más loca que una cabra.
Ella: Más loca que Mirtha querrás decir. Y no es "una cabra", para mi es especial.
GM: No, si no te digo que estás de remate
Ella: Estoy regalada no de remate, pero vos no sabes reconocer una oportunidad cuando la tenés delante de tus ojos.
GM: Me dejaste sin palabras.
Ella: Si esto fuera el Scrabble perdías.
GM: Si fuera el Scrabble me hubiera caído la ficha (le guiña un ojo).
Ella: Bueno, nos vemos por ahí, supongo.

Se van cada uno para su lado. Rubén vuelve y le lame la mano a su ama. Ella suspira un "ay, es tan lindo". Él cree que su indiferencia funciona mejor que su interés para conquistar mujeres y no entiende por qué.

Yo cierro mi ventana del editor de texto y no sé cómo sigue.

2 comentarios:

Marcelo dijo...

raro... pero divertido

Br1 dijo...

¿El texto o yo?