Ni idea dónde voy pero seguime

viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Y vos de dónde saliste?

No sé, abrí el blog y acá estaba. Yo no recuerdo haber creado esta entrada. Y ahora no sé qué hacer. Estaba vacía pero estaba. Sin título ni contenido pero estaba. Eso quiere decir que en algún momento yo tuve la intención de escribirla. Quizás tuve un impulso. Algo de mí me llevó a crearla. Y ahora no me voy a desentender, no señor. De ninguna manera señora.

Soy de los que creen que hay que hacerse cargo de las acciones. Uno no puede andar por la vida sin ser responsable de sus actos. Eso no está bien. Así que si yo creé una entrada me voy a hacer cargo. Sí, eso voy a hacer, me voy a ocupar de ella. La voy a pensar, la voy a editar, la voy a escribir, la voy a cambiar. Le voy a buscar una vuelta graciosa. O por ahí escribo un cuento. Podría armar una historia, sí.

Ya le dí vida. Ya quise hacerlo. Y por ahí después no continué por algo. Porque me olvidé, porque no me gustó lo que escribí, porque tuve que trabajar. No lo sé. La única certeza que tengo es que está acá, vacía, en blanco. Mirándome. Interpelándome. Me dice "llename". Me pide que la escriba. Me ruega que me haga cargo. Es mía, solamente mía. De nadie más. 

Me corresponde a mí. Es mi obligación pero también mi derecho, porque este es mi blog. Así que voy a tener que decidir qué pongo acá. Algo va a salir. Mañana lo hago. Sí, mejor mañana porque hoy no me pasó nada fuera de lo común como para contarlo.

2 comentarios:

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

qué lindo post. me encantó. es así, cuando quiere salir, sale como puede y terminan siendo las salidas más lindas.

Br1 dijo...

Gracias, Jenny. Al final es como el agua.Sale por donde puede.