Ni idea dónde voy pero seguime

lunes, 12 de noviembre de 2012

Los pelotudos miran para abajo

Así de contundente. Los pelotudos miran para abajo. Cuando tienen que cruzar la calle. Cuando no saben la lección. Cuando les dice que no una chica. Siempre, los pelotudos miran para abajo.

Desconozco cuál será el origen de tamaño reflejo pero me animo a arriesgar que es para evitar el contacto visual. Obviedad, dirán. Bueno pero piensen por qué. ¿Por qué los pelotudos miran para abajo?

A lo mejor no quieren ser desenmascarados. Aunque hay pelotudos que no son concientes de su pelotudez. En realidad me animo a decir que la mayoría no lo sabe. Y tal vez si chocan con otro por la calle, porque los pelotudos miran para abajo, atribuyan la casualidad al destino. Y se enamoren, como buenos pelotudos –que miran para abajo que son–.

¿Tendrán un fetiche con los pies? ¿Mirarán el celular compulsivamente? ¿Pensarán mientras miran el suelo? Pueden ser algunas, todas o ninguna de estas opciones, pero es un hecho que los pelotudos miran para abajo.

Por eso existe ahí la letra chica. ¿Quién más que un pelotudo pudo haber inventado la letra chica? Los subtítulos. Los precios en las góndolas del supermercado. Por eso escriben el "Pare" o "Mire a ambos lados al cruzar" en el asfalto en los países del primer mundo. Porque está lleno de pelotudos que como ya sabemos, miran para abajo.

Es fácil reconocerlos desde atrás, de costado. Llevan el mentón casi pegado al pecho. Como si tuvieran vergüenza de su garganta. Pero no, no es eso. No señor. El tema es que los pelotudos miran para abajo.

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