Ni idea dónde voy pero seguime

miércoles, 22 de junio de 2011

Localizador de paciencia

"La paciencia es un don" dijo algún hijo de puta y me jodió. Me la disfrazaron de virtud y la maldita moral me condiciona la conducta. La verdad es que a veces no tengo más paciencia pero la diluyo un con un chorrito de agua fría para zafar. Como al detergente.

Supongo que a más de uno le habrá pasado esto. Tenés una necesidad, averiguás por un servicio o producto, comparás, contratás y tu necesidad fue cubierta. Después pagás y todos felices. Salvo cuando tenés problemas cada 4 días con el servicio o producto adquirido. Puede que pierdas la paciencia, y no hay localizador para encontrarla.

El caso es que cuando esto pasa le ponés la mejor predisposición como cliente porque errar es humano (y herrar también, hasta ahora nunca vi un pato herrero). Genial. ¿Qué pasa cuando hay buena voluntad en tu mecánico pero no da pie con bola? Pasa que empezás a consumir tu reserva de paciencia. Son como los ahorros, lo que tenés te alcanza para un tiempo. Cuando vas una vez, tenés problemas, volvés, te lo arreglan, volvés a ir, "ah, claro, me faltó atornillar el pirindulo de allá", volvés a volver a ir y... "Flaco, no quiero venir más. ¿Lo podés arreglar de una vez? Yo te pagué todo junto no en cuotas, hacelo de una puta vez". Ahí sos un mala onda. ¿Nunca te equivocaste? Te falta paciencia, sos un perfeccionista, si total qué te jode que quede así y haga ruido la puerta. 

Pero macho, vine 7 veces ya. ¡La última vez te olvidaste una llave inglesa adentro de la puerta y se me trabó la ventanilla! -Son cosas que pasan, estoy pensando en River y la promoción-.

Usás el humor, le tirás un chiste -tratando de abrirle una herida en la cabeza con él- y le ponés la mejor sonrisa que podés. Mientras pensás "la próxima vez lo hago en otro lado" aunque sabés que va a volver a pasar y que vas a terminar de nuevo acá para que te arregle los cagadones que hizo el otro proveedor. 

Y ahí, cuando llegues haciendo de cuenta de que nunca pasó nada a decirle "no... mirá, no sé qué pasó que tal y tal cosa", mecánico va a sonreír y te va a decir "dejámelo que lo miramos, seguro es una pavadita". Y entendés por qué se llama fosa el lugar para revisar el auto. Ahí te entierran.

2 comentarios:

novoyaterapia dijo...

La fosa! Que esclarecedor! Nunca lo había pensado.
Yo tengo un mecánico amigo que es un amor, casi 60 años tiene, tengo el auto pintado en una escala de grices divino!
Le dije: Tito! No te diste cuenta? Las puertas y el techo son distintas!
Tito: Ya Paulita, de noche...ni se nota.
Ah joya! ¿y?

Buenisimo, me reí.
Besos

Br1 dijo...

Jajaj, saludos a Tito, ¡qué macanudo!