Bueno. Muy bueno. Así me levanté hoy. Re bueno. Buenísimo, buenazo. Bonachón. Tanto es así que en menos de 2 horas de levantado había ayudado a dos personas. A una la alivié de un trámite engorroso y en pleno centro un día con supra 30°. A la otra le avisé que se había olvidado el paraguas. Sospecho...
Como el mundo tiene un equilibrio a lo mejor algo malo me va a pasar a mí. Cuando compré mi almuerzo revisé 4 veces el vuelto para ver si el hijo de puta del cajero me cagaba los 70 centavos, miré la fecha de vencimiento del yogur 2 veces antes de abrirlo y guardé los anteojos en el cajón antes de irme a almorzar. En una de esas alguien se confundía y se los llevaba por error.
4 comentarios:
dos palabras: Demasiada paranoia
Nunca es demasiada.
es que sos un HDP que busca redención.
De ningún modo, yo me asumo como soy.
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