Ni idea dónde voy pero seguime

martes, 17 de mayo de 2011

Los que se creen invisibles (fantasmas)

Hay gente que cree que es invisible. Estaba pensando en los que se cruzan por delante del televisor en mitad de una jugada de gol, pero no vale porque o no les importa o no se dan cuenta de lo que tapan. En realidad quería pensar sobre los que hacen cosas que dan vergüenza. O deberían dar. Creo que ya dieron toda la vergüenza que tenían y no les quedó ni un poco. Hay mucha gente demasiado generosa.

A los que se sacan mocos en el semáforo les tengo una noticia: el rojo no invisibiliza. En la radio el rojo significa que estás al aire sí, pero en la calle es detenerse, no que nadie te ve y tenés vía libre para meterte un dedo en la fosa nasal. Tampoco te hace invisible el hecho de meterte el dedo en la nariz. No, el chiquito tampoco. A lo mejor piensan como los avestruces, que esconden la cabeza en la tierra y creen que porque no ven el peligro, nadie los ve. 

 Después están los que mean en la ruta. Más vale que yo lo hice alguna vez, pero trato de que no venga nadie. Y sí, me da vergüenza que me vean así. No tengo alma de fuente. Pero estos creen que como están haciendo eso la gente no los mira. Es al revés muchachos. Tampoco da para saludar orgulloso.

Hay algunos que directamente no tienen códgos sociales, o no tienen filtros. Ya les dedicaré un post aparte como se merecen, pero dentro de estos me asombran los que se acomodan el paquete en público. Algunos hasta te hablan mientras lo hacen y te hacen sentir que les importa un huevo que los veas. No queda bien, no te vas a levantar a nadie ni vas a ser más macho por hacerlo. Si me dijeras que te dormiste al sol 4 horas en bolas y te acomodás te compro el coraje, pero tironear de la bolsita dejalo para cuando necesitás una bolsa para la basura y se trabó con los individuales en el cajón.

También están los que se sacan comida de los dientes. Meten el dedo hasta la última muela, miran lo que sacaron y se lo morfan. Yo no se si pretenden encontrar algo distinto o comieron tantas cosas. A lo mejor es como cuando encontrás plata en un bolsillo y querés ver cuánto hay: "Uy, encontré un pedazo de cordero de la cena de Nochebuena". O como cuando agarrás la campera con el primer frío del año y encontrás un boleto, te fijás de qué línea, día y hora es para ver si te acordás a dónde fuiste ese día. Ya lo sé, tengo problemas.


Los que se creen invisibles además se creen impunes. Y son como los fantasmas. Todos sabemos que existen y hacemos como que no los vemos.

1 comentario:

Nan Torto dijo...

EstimAo, el moco en el semáforo tiene otra categoría: El placer de hacerlo elimina la vergüenza. No se pretende la invisibilidad, la mente está dedicada al placer que genera sin importar al que mire. Si no le gusta, mire al semáforo no al auto de aRlado. Como decía mi abuela "cada uno que mire su plato"