Ni idea dónde voy pero seguime

viernes, 24 de mayo de 2013

Las causalidades existen

Salió de su casa 5 minutos más tarde de lo habitual porque tuvo ganas de ir al baño. Se le desató un zapato en la cuadra de su casa y se agachó en la vereda. Mientras, perdió el colectivo que toma siempre. No lo sabe, pero hoy no verá a la mujer que tanto le gusta y ve a diario en su viaje. En ese momento pasaba el canillita que reparte diarios y revoleó un ejemplar como todos los días. Él se incorporó justo un momento antes de que el diario pasara sobre su cabeza y lo golpeó en el ojo. El canillita miró, hizo un ademán de disculpas y no vio que la camioneta había frenado. Se la llevó puesta y voló de su bicicleta. Voló por arriba de la caja de la camioneta y aterrizó en el capot.

El chofer, que había parado y tenía las balizas encendidas, no entendió qué había pasado. Dejó el teléfono y se bajó preocupado. El canillita estaba inconciente. El chofer de la camioneta se agarraba la cabeza y miraba al cielo. Dentro de la camioneta una voz de mujer sollozaba por teléfono. "Si no me vas a contestar entonces no quiero vivir más". Se escuchó un ruido seco. Como un tiro.

En ese momento, un nene se prepara para ir a la escuela. Va con su mamá por las escaleras del edificio y camina las 3 cuadras hasta el colegio. Su maestra no está. Su mamá no tiene con quién dejarlo y decide faltar al trabajo. Llama para avisar. Su jefe no atiende el celular. Deja un mensaje. Vuelven a la casa.

Él llama a una ambulancia. Corta y ve un llamado perdido de su secretaria. Escucha el buzón de mensaje. Putea. Guarda el teléfono. "La voy a despedir".

El chofer reacciona. Está bien, solo golpes. Abre la puerta de la camioneta y ve que sigue en curso la llamada con su ex. Pero ella no le contesta.

En el colegio no saben de la maestra y se preocupan. Muchos chicos juegan en el patio menos uno, que juega en su casa con su mamá que hoy no fue a trabajar. 

En la empresa él le comunica a RRHH la decisión y envían el telegrama. Lo recibe ella a la tarde, entre lágrimas.

El chofer de la camioneta sospecha lo peor. Él llegó tarde a la oficina, se ligó un diariazo en el ojo, no vio a la mujer que le gusta, presenció un accidente y se quedó sin secretaria. Un día horrible. Se siente mal. Llama al médico. Lo internan. Es un infarto.

No lo sabe, pero su acción diferente de hoy cambió todo. Si no hubiera ido al baño no hubiera perdido el colectivo. Si no se le hubiera desatado el zapato y no se hubiese agachado, el canillita no se habría accidentado. Y si el chofer de la camioneta no se hubiera bajado y la exmujer no se hubiera matado, el nene hubiera tenido clases y el la hubiera visto al otro día. Y la mamá del nene no hubiera faltado al trabajo y no la habrían echado. Y sin todo eso quizás él no estaría internado. 

Y todo por un meo.

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