Ni idea dónde voy pero seguime

lunes, 18 de marzo de 2013

Crónicas patagónicas

A dos apenas de haberme alejado de la gran ciudad, tengo algunas observaciones de aquí y de allá para compartir con ustedes, mis estimados lectores. A saber:
- Acá la gente no usa paraguas. Es la primera vez en mi vida que no me miran raro por la calle cuando llueve.
- El pan se pone duro si lo dejás al aire. No, no me sugieran cosas extrañas porque aparte suele hacer frío.
- Las calles, las personas y las avenidas todas tienen un artículo que precede a su nombre. Por lo general es el apellido de un tipo, con lo cual queda una contradicción fonética hermosa. Por ejemplo: "la Rivadavia" o "la Urquiza". La que menos ruido me hizo fue "la Roca" porque bien podría tratarse de una calle de Los Picapiedras.
- Se sale afuera: así es. Acá salís afuera, bajás abajo y subís arriba. 
- Hay más camionetas que personas. No entiendo cómo pero así es.
- Hay muchos perros callejeros. Son buena onda. 
- Se ve el mar.
- El aire y el cielo son diferentes.
- No vi barrenderos.
- Cuesta comprar palitas de plástico para limpiar.
- La gente se visita espontáneamente: "cuando estés por acá pasá".
- Al mediodía cortan un par de horas y después reabren como a las 4.
- 5 cuadras no es "acá nomás".
- Los del gas te hacen esperar mucho para habilitarte (igual que allá).
- Tenés lugares hermosos a 20 minutos en auto.
- Usás todos los cambios de la bici y si tuviera 60 los usarías también.

3 comentarios:

Maldo dijo...

Buenas primeras impresiones!

Br1 dijo...

Hay Freddo también.

Anónimo dijo...

no me parece una mala idea.